"Italia respalda a Libia y apoya esta transición compleja", dijo Draghi tras reunirse en Roma con el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional transitorio libio, que debe guiar la transición de ese país, en guerra desde 2011, hasta las elecciones de final de año.
En el encuentro se tocaron esencialmente tres temas para hacer "cada vez más fértil" la colaboración entre Italia y Libia, separadas por el Mediterráneo: cooperación energética, sanitaria y migratoria.
En cuanto al primer punto, Italia, que tiene grandes intereses petrolíferos en el país magrebí, al que está unida con el gasoducto Greenstream, prepara proyectos para colaborar en el sector de las renovables.
"Las posibilidades son muy amplias y nuestras empresas están preparadas para empezar proyectos", apuntó Draghi.
Por otro lado, en materia sanitaria, Italia se comprometió también a construir hospitales al país norteafricano, a enviar personal sanitario y a curar y tratar en centros italianos a decenas de niños enfermos de cáncer.
Por último, el otro tema es el de la inmigración, porque desde las descontroladas costas libias parten la mayoría de los migrantes que desembarcan en territorio italiano.
Además, Italia colabora con los guardacostas libios para que intercepten pateras, para indignación de organizaciones humanitarias, que denuncian toda clase de vejaciones a las personas que tratan de salir del "infierno" libio, como lo tachan.
Draghi dijo que el Consejo Europeo debatirá esta cuestión en su próximo encuentro porque, apuntó, "otros países europeos serán partícipes en el esfuerzo" de controlar la frontera libia.
Italia, avanzó, "pretende seguir financiando las repatriaciones voluntarias asistidas y las evacuaciones humanitarias de Libia", pero definió como "un deber moral" asegurar "el pleno respeto de los derechos de los inmigrantes".
Para ello, Italia seguirá "haciendo su parte", pero también se requerirá "una acción rápida y concreta" de la Unión Europea.
Por su parte, el primer ministro libio, que esta mañana se reunió también con el titular italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, expresó su "seria voluntad" de encontrar respuestas al fenómeno de la inmigración clandestina con Europa y los países de origen.
Además, defendió su interés de mantener las mejores relaciones bilaterales posibles con Italia y sus empresas: "Haremos todo lo posible para eliminar cualquier obstáculo a nuestra colaboración", afirmó, para después pedir la reapertura del espacio aéreo entre los dos países para favorecer los intercambios comerciales.