Las movilizaciones, que pararon desde marzo tras varios enfrentamientos con la Policía, se retomarán a partir de mañana jueves, fecha que coincide con el fin de la monarquía absolutista en 1932, a lo largo de la capital tailandesa.
El grupo Ratsadon, uno de los principales organizadores de las protestas, indicó en las redes sociales que tienen previsto reunirse en el céntrico Monumento para la Democracia y desde allí dirigirse hacia el Parlamento, en el norte de la ciudad, donde entregarán una carta con sus demandas.
Las protestas prodemocráticas, lideradas por los estudiantes y que generalmente han discurrido de manera pacífica, comenzaron en julio de 2020 para exigir la dimisión del primer ministro tailandés, la redacción de una nueva Constitución -ya que la actual fue escrita por la extinta junta militar (2014-2019)- y el objetivo de reducir el poder de los militares.
Sin embargo, la demanda más audaz es la reforma de la monarquía con el objetivo de minimizar su influencia política y la enmienda de la ley de lesa majestad, que impone penas de entre 3 y 15 años de cárcel a quien insulte o denigre a los miembros de la Casa Real.
Más de una decena de los líderes estudiantiles han sido acusados por esta ley, criticada por la ONU por ser excesivamente estricta, debido a sus actividades durante las protestas.
Algunos de ellos como Arnon Nampa, Panupong 'Mike' Jadnok, Parit 'Penguin' Chiwarak o Panusaya "Rung" Sithijirawattanakul, obtuvieron recientemente la libertad bajo fianza tras pasar semanas en prisión provisional.
La Policía tailandesa recordó a los líderes en libertad provisional el compromiso adquirido por ellos para salir de prisión de no participar en actividades que dañen la imagen de la monarquía tailandesa, este miércoles durante una rueda de prensa.
El rey Vajiralongkorn, que ascendió al trono en 2016, no ha heredado el carisma ni el respeto que suscitaba su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, y su estilo de vida ha provocado numerosas polémicas, censuradas por la prensa local.