El Ejército burkinés mata a siete terroristas tras una emboscada a policías

Uagadugú, 6 jul (EFE).- Las Fuerzas Armadas de Burkina Faso mataron a siete terroristas en una operación en la región Centro-Norte del país y recuperaron armas, municiones y equipos pertenecientes a los once policías que murieron en una emboscada de hombres armados no identificados el pasado 21 de junio.

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Según un informe remitido hoy a Efe por el Ejército burkinés, las Fuerzas Especiales y la Unidad Especial de Intervención de la Gendarmería Nacional llevaron a cabo la operación entre los pasados 28 de junio y 1 de julio en la localidad de Madou, en la provincia de Sanmatenga.

"El objetivo, claramente identificado por los servicios de inteligencia, era el grupo de terroristas que atacó una unidad de la Policía Nacional el lunes, 21 de junio de 2021" en la carretera que une las localidades de Barsalogo y Foubé, indicó el Ejército.

El grupo se había instalado en una escuela de educación primaria, que les servía de base.

Apoyadas por aviones militares, las Fuerzas Armadas mataron a siete terroristas y recuperaron fusiles AK47, municiones y un coche de la Policía, así como uniformes, documentos administrativos y de identidad pertenecientes a las víctimas de la emboscada del 21 de junio, cuando 22 policías burkineses se dirigían para realizar un relevo a la localidad de Yirgou (Centro-Norte).

Burkina Faso padece reiteradamente la violencia yihadista desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina en Tambao (norte), que sigue desaparecido.

El país africano sufrió la noche del pasado 4 al 5 de junio la peor masacre de su historia reciente con la muerte de al menos 160 personas en un ataque de un grupo afiliado a Al Qaeda contra la localidad de Solhan, en la región del Sahel (norte).

La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque también se ha expandido a provincias limítrofes, como la región Centro-Norte, y al este del país.

Los atentados suelen atribuirse al grupo local burkinés Ansarul Islam, al Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), afiliado a Al Qaeda, y al Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), que atacan también en los vecinos Mali y Níger.

La violencia en Burkina Faso ha causado una crisis humanitaria sin precedentes en la que más de 1,2 millones de personas han huido de sus hogares desde 2019 -cuando los desplazados internos se cifraban en más de 136.000-, de los que el 61 % son niños, según Unicef.

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