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Las expectativas de la patronal para el 2021 fueron ajustadas de 3,9 % a 4,5 %, lo que supone el mejor avance anual para el sector desde 2012, cuando creció un 8,4 %.
Según datos divulgados este miércoles por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el comercio minorista creció 1,4 % en mayo, frente a abril, y un 16 % en la comparación con mayo del año pasado. En los primeros cinco meses de 2021, el sector acumula una ganancia del 6,8 %.
Pese a que el volumen de ventas en mayo creció abajo de lo esperado -en abril el avance fue de 4,9 %-, la tendencia es que el consumo continúe activo a lo largo del año, según la CNC.
Desde abril de 2020 -cuando las ventas del sector se desplomaron un 17 % e hicieron de ese el peor mes del comercio minorista brasileño en su historia- se registró una caída del 58 % en la concentración de consumidores en comparación con el período prepandémico. Ya para junio de este año esa concentración bajó hasta el 18,7 %.
De acuerdo con José Roberto Tadros, presidente de la CNC, si la tasa básica de intereses no sube más allá de lo previsto, "las cifras pueden ser aún mejores", ya que el aumento de la movilidad de las personas "favorece paulatinamente el respiro del sector de comercio y servicios".
El Banco Central subió a mediados de junio 0,75 puntos porcentuales la tasa básica de interés, hasta el 4,25 % anual, el tercer incremento en este 2021, en un intento por controlar la creciente inflación en el país, que ahora se sitúa por encima del 8 % interanual.
Solo en mayo pasado los precios subieron un 0,83 %, el mayor resultado para ese mes desde 1996.
Entre enero y mayo la inflación acumulada llegó a 3,22 %, cuando la meta para este año es de 3,75 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos para arriba o para abajo (entre 2,25 % y 5,25 %).
Con este panorama, el mercado prevé que el país cierre este año con una tasa básica de interés alrededor del 6,5 %.
En 2020, el comercio minorista en Brasil retrocedió un 5,5 % por la crisis causada por la pandemia del coronavirus.
Este año el sector comenzó con un tímido crecimiento y volvió a caer en marzo (-3,0 %), cuando el país tuvo un segundo pico de la pandemia, más fuerte y agresivo que el de 2020. A partir de abril, Brasil sumó dos meses consecutivos en verde.