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"Consideramos probada la culpabilidad de los acusados. Pedimos que Calvey sea sentenciado a seis años de prisión suspendida", señaló el fiscal en el tribunal de Meschanski de Moscú, según la agencia TASS.
Para el socio de Calvey, el francés Philippe Delpal, el fiscal solicitó cinco años de condena suspendida y para los otros cinco acusados pidió entre 4 y 5 años y medio.
Ninguno de los acusados se ha declarado culpable en el juicio, que comenzó el 2 de febrero pasado, dos años después de que el inversor estadounidense, fundador del fondo Baring Vostok, fuera detenido en febrero de 2019.
Por las presiones internacionales fue puesto bajo arresto domiciliario en abril de ese año hasta noviembre de 2020.
El fiscal citó circunstancias atenuantes para fundamentar su solicitud, como la compensación efectuada por el perjuicio causado al banco Vostochni, la existencia de niños pequeños en los senos familiares y un comportamiento positivo de los encausados.
El inversor estadounidense ha denunciado que la persecución judicial en su contra obedece a un conflicto corporativo con accionistas de Vostochni, en tanto que Baring Vostok ha sostenido que "no hay ningún cuerpo del delito o víctimas en este caso", ya que el banco recibió un segundo reembolso de fondos y retiró su denuncia civil.
El propio banco Vostochni, reconocido como víctima en el caso, pidió hoy en la vista judicial que no se imponga una condena de prisión real a Calvey y los otros acusados.
El representante de la entidad indicó que el daño causado al banco ha sido reembolsado y por tanto no caben reclamaciones contra las personas implicadas en el caso, según la agencia Interfax.
El caso Calvey generó una gran preocupación entre asociaciones empresariales estadounidenses y europeas, e incluso entre personalidades rusas como el responsable del Tribunal de Cuentas, Alexéi Kudrin, y el propio presidente de Rusia, Vladímir Putin.
La inquietud por la situación del inversor estadounidense llegó a tal punto que el propio mandatario ruso tuvo que intervenir y pedir a los fiscales del país que impidan la prolongación de medidas cautelares como la prisión preventiva contra empresarios en casos en que ésta no esté plenamente justificada.
También el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, tuvo que tranquilizar a asociaciones empresariales extranjeras.
El Kremlin, por su parte, expresó su confianza en que este caso judicial no influirá en el clima de inversiones en el país ante las preocupaciones expresadas por varios empresarios y asociaciones extranjeras.
En febrero pasado, Calvey declaró a los medios de comunicación tras una vista judicial que pese a todo seguirá invirtiendo en empresas rusas.