Dimisión de primer ministro libanés apaga última esperanza y dispara alarmas

Noemí Jabois Beirut, 16 jul (EFE).- El Líbano se encuentra de nuevo ante la incertidumbre, después de la dimisión de Saad Hariri como primer ministro designado tras nueve meses sin poder formar gobierno, y sin expectativas de que se pueda pactar pronto un ejecutivo que tome las riendas del país en medio del recrudecimiento de la crisis económica.

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La renuncia de Hariri por desacuerdos con el presidente libanés, Michel Aoun, sobre la composición de su gabinete ha devuelto al Líbano a la casilla de salida y ha mermado aún más si cabe la confianza en la capacidad de los líderes políticos de aparcar sus diferencias para salvar al país de un inminente colapso financiero.

UN PRIMER MINISTRO SUNÍ

Su salida genera un nuevo bloqueo político, ya que en la actualidad no hay otra figura política de la comunidad suní con peso suficiente para plantearse como claro candidato a sustituir al primer ministro, que debe ser de esa confesión religiosa, según el complicado reparto de poder, consagrado constitucionalmente, que rige en el Líbano.

Además, Hariri, al frente del principal partido suní, Corriente de Futuro, aseguró tras su dimisión ayer que esta formación política no participará en la ronda de consultas para elegir a un nuevo candidato.

Hariri ha sido una figura clave desde que dimitió dos semanas después de que miles de libaneses tomasen las calles en octubre de 2019 para protestar contra la clase dirigente y la corrupción endémica. Un año después volvió a ser nombrado para el puesto por el jefe de Estado, tras una serie de consultas parlamentarias.

En los doce meses entre la dimisión y el regreso del líder suní, pasaron por el cargo dos primeros ministros virtualmente desconocidos y con poca o ninguna experiencia en política: el diplomático Mustafa Adib, exembajador en Alemania, y el académico Hasan Diab, vicerector de universidad.

Adib terminó abandonando el puesto por falta de apoyos un mes después de su nombramiento, mientras que Diab lo hizo a consecuencia de la explosión del 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, que causó más de 200 muertos, varios miles de heridos y enormes daños materiales.

ELECCIONES DE 2022

Aoun, cristiano maronita, anunció ayer, jueves, que comenzará pronto una nueva ronda de consultas con los diferentes bloques políticos para elegir a un nuevo primer ministro, mientras Diab permanece en funciones casi un año después de su dimisión.

Ante una posible dilación en el nombramiento, las elecciones parlamentarias previstas para principios de mayo de 2022 empiezan a perfilarse como la salida más probable a la actual crisis política.

La jefa de misión de observadores de la Unión Europea (UE) para los comicios de 2018, la española Elena Valenciano, se mostró hoy esperanzada con el "compromiso" de "todos los líderes políticos para celebrar a tiempo las elecciones previstas para 2022", tras mantener una serie de reuniones en el Líbano.

"El Líbano necesita un gobierno capaz de emitir reformas económicas y de gobernanza clave, y prepararle para las elecciones de 2022, que tienen que tener lugar dentro de plazo", afirmó hoy en un comunicado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.

Borrell, que visitó el Líbano hace un mes para urgir a la pronta formación de un ejecutivo, lamentó la dimisión de Hariri y alertó de que la inexistencia de un gobierno "empoderado" desde hace casi un año "ha precipitado una crisis económica y financiera sin precedentes" en el país.

SIN TIEMPO QUE PERDER

En esta línea, la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Joanna Wronecka, advirtió en su cuenta de Twitter de que "no hay ni un momento que perder" y pidió "esfuerzos leales, concertados y determinados para sacar a la gente del Líbano de este punto muerto".

En las últimas 24 horas, el valor de la libra libanesa ha vuelto a registrar una fuerte caída hasta alcanzar las 22.000 unidades por dólar en el mercado negro, mientras el tipo de cambio oficial se mantiene en alrededor de 1.500 por dólar.

Paralelamente, partidarios de Hariri protagonizaron anoche protestas y cortes de carreteras en algunos puntos de Beirut, donde los contenedores de basura en llamas que impiden fluir el tráfico se han convertido en parte del paisaje habitual en las últimas semanas.

La crisis económica desatada en 2019, considerada una de las diez peores del mundo desde mediados del siglo XIX, se ha recrudecido recientemente y ha causado una gran escasez de medicinas y combustible, y apagones que se prolongan durante la mayor parte del día.

Ante la renuncia de Hariri y la constatación de que el bloqueo político continúa pese al deterioro de la situación, Francia anunció hoy que organizará el 4 de agosto una nueva conferencia internacional, respaldada por la ONU, "de apoyo a la población libanesa".

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