En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y la Comunidad Nacional en el Extranjero enviado a la prensa consideró este caso de espionaje de "crímenes que amenazan la paz y la seguridad internacionales así como la seguridad humana" y "constituye una flagrante violación de los principios y normas que rigen las relaciones internacionales".
"Esta práctica ilegal, no deseada y peligrosa, pone en peligro el clima de confianza que debe regir los intercambios e interacciones entre funcionarios y representantes de los Estados", afirmó la nota ministerial.
"Al estar directamente afectada por estos ataques, Argelia se reserva el derecho de aplicar su estrategia de respuesta y está dispuesta a participar en cualquier esfuerzo internacional destinado a establecer colectivamente los hechos y arrojar luz sobre la importancia y la magnitud de estos crímenes que amenazan la paz y la seguridad internacionales así como la seguridad humana", subrayó.
Varios nombres de altos responsables argelinos civiles y militares, figuras de la oposición y periodistas fueron blanco del espionaje por el Reino de Marruecos según la investigación que la llevan a cabo las organizaciones Forbidden Stories y Amnistía Internacional.
El fiscal de la República ordenó, por su parte, la apertura de una investigación preliminar sobre la existencia de un sistema informático de inteligencia de escucha y espionaje dirigido a los intereses de Argelia.