Ante la llegada de cenizas a otras islas, el comité científico recomienda el uso de mascarillas quirúrgicas, así como la limpieza de azoteas en las que se acumulen espesores de cenizas de varios centímetros.
En cuanto a la previsión meteorológica para las próximas horas, apunta al predominio de vientos del nordeste flojo de unos 10-15 kilómetros por hora.
En la vertiente oeste, próximo a la zona eruptiva, continuará la influencia de las brisas según el ciclo diurno (dirección mar-tierra durante el día y al contrario durante la noche).
En niveles medios-bajos de la troposfera, lo más significativo es el giro del viento desde el noroeste hacia la componente sur.
Este giro del viento, entre 3.000 y 5.000 metros aproximadamente, desplazaría la nube de cenizas desde el sureste del entorno de La Palma hacia el nordeste, ocasionando un menor impacto en las operaciones aeronáuticas.
El Pevolca descarta que se produzca lluvia ácida durante las próximas 24 horas, e insiste en que el efecto de este fenómeno en la vegetación solo se produce si es persistente y no puntual.
Por lo demás, el comité científico informa de que el volcán alterna fases intermitentes de mayor explosividad y de que la columna eruptiva ha alcanzado una altura de 6 kilómetros sobre el nivel del mar, medida este viernes a las 8:00 horas.
Además, destaca el episodio que tuvo lugar ayer jueves a las 17:35 horas, en el que la columna estaba constituida principalmente por vapor de agua.
La sismicidad continúa en bajos niveles, aunque no se descarta la posibilidad de sismicidad sentida, y se siguen registrando sismos de tipo largo periodo, asociados a la actividad explosiva.
La señal de tremor volcánico ha aumentado durante las fases explosivas, reflejando la dinámica eruptiva.
En este contexto, el Pevolca advierte de la posibilidad de que las ondas de presión asociadas a la actividad explosiva puedan causar roturas de ventanas en un radio de 3 kilómetros alrededor del centro emisor.
Las deformaciones del suelo siguen mostrando una tendencia estable y la estimación de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por este proceso eruptivo continúa en tasas superiores a las 12.000 toneladas diarias.
La emisión de gases y cenizas alcanza los 5.000 metros, según el VAAC de Toulouse.
Los valores medidos de SO2 por la red de vigilancia de calidad del aire reflejan que es buena.
El Pevolca indica por último que se reforzarán los sistemas de vigilancia de los materiales volcánicos en la columna de agua de mar con la presencia en la zona del buque oceanográfico Ramón Margalef.