Sophie Gerber, comisaria de la muestra Foodprints, explica que el sector agrícola debe incorporar innovaciones tecnológicas para reducir la contaminación y aprovechar de una manera más eficiente los recursos naturales.
Mediante experiencias interactivas e instalaciones multimedia, la exposición presenta algunos de estos enfoques innovadores, como robots capaces de controlar la salud de los suelos y las plantas o sistemas de riego con drones que reducen el uso de pesticidas y previenen los daños de las cosechas.
AGRICULTURA SIN TIERRA
Foodprints explica, por ejemplo, la posibilidad de cultivar lechugas, algas y setas en estructuras verticales urbanas, sin necesidad de tierra, que permiten evitar el transporte, y la consiguiente contaminación, desde el campo a las ciudades.
"Hay más alimentos disponibles en el mundo de los que necesitamos, así que es importante tener calidad en el acceso a la comida y en cómo se distribuye", sostiene Gerber.
Ante la falta de suelo cultivable en las ciudades, la agricultura vertical crea nuevas formas de distribución más inteligentes que alimentan a un mayor número de personas y reducen el uso de los recursos naturales.
Con este método se puede cosechar tanto en el interior como en el exterior de los edificios, en bares, cafeterías, restaurantes o en el propio hogar.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La exposición va más allá de las innovaciones en el mundo de la agricultura y busca también inspirar a los visitantes a optar por una alimentación más respetuosas con el medio ambiente y evitar el desperdicio de alimentos tanto al comprar compra como al cocinar.
Por ejemplo, se muestran hueveras para frigoríficos que analizan si los huevos son aún frescos e informan si hay que comprar más o no.
Según Gerber, avanzar hacia un consumo más sostenible requiere entender la tecnología como un complemento a los recursos naturales y a los métodos tradicionales de la alimentación, y no como un opuesto.
En esta línea, la exposición permite ver cómo las innovaciones contribuyen a resolver los desafíos actuales y futuros.
Foodprints, que podrá visitarse hasta el verano de 2022, es fruto del proyecto #Alliance4Science (alianza por la ciencia), una colaboración del museo vienés con el Museo de Tecnología de Estocolmo, el DASA Dortmund y el Parque de las Ciencias de Granada.
Tras su estancia en Viena, la exposición realizará una ruta europea por Suecia y Dortmund, así como en Granada, donde podrá visitarse a partir de 2023.