"Sí, fueron liberados la noche del lunes. Esa es la única información que tengo", señaló a Efe por teléfono a última hora de ayer Geoffrey Ogbonna, portavoz de la Policía en el estado de Abia, donde se produjeron los hechos.
Ogbonna no especificó cómo los tres clérigos escaparon de su cautiverio ni si su puesta en libertad supuso el pago del rescate de 100 millones de nairas (unos 224.000 euros) que los perpetradores solicitaron al contactar a la Iglesia tras el rapto.
Kanu y sus acompañantes -incluido el obispo metodista de Owerri (capital del estado vecino de Imo), Dennis Mark- fueron secuestrados este domingo alrededor de las 14.00 hora local (13.00 GMT) cuando viajaban por carretera entre las ciudades de Enugu y Port Harcourt, en la localidad de Umunneochi.
También confirmó la liberación de los religiosos a través de un comunicado el jefe de Umunneochi, Ifeanyi Madu, sin ofrecer más detalles.
El sureste de Nigeria ha sido escenario en tiempos recientes de graves secuestros y asesinatos que las autoridades atribuyen a los separatistas del Pueblo Indígena de Biafra (IPOB, por sus siglas en inglés), un grupo de aboga por la secesión de ese territorio.
A principios de este mes de mayo, la Policía encontró la cabeza cortada de un legislador en el vecino estado de Anambra después de ser secuestrado por hombres armados.
También en este mes y en Anambra, atacantes armados dispararon y mataron a una mujer embarazada y sus cuatro hijos al asaltar una comunidad.
Actualmente, Nnamdi Kanu, líder del IPOB, está siendo juzgado tras ser llevado ante la justicia por el Gobierno nigeriano, que lo acusa de terrorismo.
La tensión en esta zona data desde el 30 de mayo de 1967, cuando, en medio de crecientes tensiones étnicas debido a sucesivos golpes de Estado, el gobernador de la región Oriental de Nigeria, Emeka Ojukwu, anunció la creación de la República de Biafra para proteger a la etnia igbo, objeto de matanzas en el norte del país.
El Gobierno militar nigeriano intentó recuperar el control por la fuerza, dando lugar así a la guerra civil de Nigeria (1967-1970), que causó cerca de dos millones de muertos, principalmente debido a la hambruna que asoló la región debido a un bloqueo de dos años.
A esta inseguridad, se suma la del centro y noroeste del país, que padecen ataques incesantes de bandidos y secuestros masivos por lucrativos rescates.
Nigeria también sufre la amenaza yihadista que asola desde 2009 el noreste del país, causada por el grupo Boko Haram y, desde 2015, su facción ISWAP (Estado Islámico en la Provincia de África Occidental).