Las escaramuzas, con armas pesadas, tuvieron lugar en pleno centro de la capital, cerca del Hotel Bab al Bahr, y en torno a zonas residenciales, entre grupos rivales por la dualidad política que se ha vuelto a crear con un Gobierno paralelo en Sirte frente a Trípoli.
"UNSMIL está profundamente preocupada por estos acontecimientos, durante un período extremadamente delicado de polarización política, que las Naciones Unidas, los socios internacionales y los libios preocupados están tratando de resolver", declaró la misión.
Desde la designación en febrero de Fathi Bashaga como primer ministro paralelo a Abdulhamid Dbeiba, del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) en Trípoli, se han registrado enfrentamientos esporádicos entre milicias afines a cada uno de los ejecutivos.
El peor choque se registró en mayo cuando Bashaga entró sin éxito en la capital con la intención de tomar el control del país, y grupos armados se enfrentaron en una peligrosa escalada bélica que hizo temer la vuelta a la guerra.
Al mismo tiempo, la ONU promovía las negociaciones en El Cairo entre las dos partes enfrentadas para acordar una base constitucional que posibilite la celebración de elecciones "a la mayor brevedad" y que mañana domingo tendrá la tercera y última ronda en Egipto para alcanzar a un acuerdo.
El pasado 20 de mayo, las dos partes rivales -Parlamento (pro Bashaga) y Alto Consejo de Estado (pro Dbeiba)- anunciaron un acuerdo en 137 de los 197 artículos del borrador constitucional, como base para regir los próximos comicios.
"UNSMIL hace un llamado a los actores políticos y de seguridad de Libia para que ejerzan la máxima moderación, demuestren un liderazgo responsable y aborden todas las disputas, tanto a nivel local como nacional, a través del diálogo", reclamó hoy la misión internacional.