Isamaa, hasta ahora en la oposición, está dispuesto a respaldar una alianza de Gobierno con el liberal Partido Reformista de Kallas, que contaba ya con el apoyo expreso para esa nueva coalición del Partido Socialdemócrata.
La crisis de Gobierno del país báltico se precipitó a principios de junio con la destitución de siete ministros de la anterior coalición, a raíz de una disputa interna sobre medidas de apoyo a las familias.
Todos ellos pertenecían al centroizquierdista Partido del Centro, socio minoritario de Kallas, y después el Partido Reformista de la jefa del gobierno empezó a tantear una nueva alianza con Isamaa y los socialdemócratas.
Las negociaciones se vieron impulsadas por el presidente estonio, Alar Karis, que apremió a las formaciones políticas a buscar una solución que garantice la estabilidad del Gobierno, en medio de la tensa situación geopolítica y la crisis energética derivadas en los países bálticos por la guerra de Ucrania.
Estonia, Lituania y Letonia defienden la vía dura frente a Moscú y la máxima solidaridad hacia Kiev desde su posición de socios tanto de la Unión Europea (UE) como de la OTAN, además de países fronterizos con Rusia o su aliado Bielorrusia.