"Para un país tan grande como el nuestro, no es fácil doblegar a la pandemia", dijo hoy Wei en un discurso pronunciado en el Diálogo Shangri-La, el foro de seguridad más importante de Asia-Pacífico, destacando la "tenaz batalla" que su país libra contra la covid-19.
China, aferrada a una estricta política de "cero covid" que descarta convivir con el virus, lleva más de tres meses lidiando con rebrotes de la variante ómicron, con el caso más serio ilustrado por el confinamiento de la megalópolis de Shanghái (26 millones de habitantes) durante más de dos meses, y ahora un brote en Pekín.
Wei defendió hoy la política y destacó que China "continuará cooperando con otros países para derrotar a la pandemia", al afirmar que su país "ha hecho una gran contribución" donando vacunas "a 170 países".
Además de incalculables pérdidas económicas, estas duras medidas han provocado también por primera vez muestras visibles de irritación y descontento en la población, que hasta ahora había apoyado mayoritariamente esta política gubernamental.
La Comisión Nacional de Sanidad de China cifra en 224.793 los contagios durante toda la pandemia y en 5.226 las muertes, aunque estas cifras no incluyen los miles de casos asintomáticos registrados en los últimos meses.