El aumento de la inflación fue del 1,2 % en junio respecto al mes anterior, mientras que la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos por su volatilidad, se aceleró el 3,8 % en junio.
A partir de estos datos, el Istat calculó que, si no se producen cambios en lo que queda de año, la inflación crecerá hasta el 6,4 % interanual y la subyacente lo hará hasta el 2,9 %.
En este contexto de tensiones inflacionistas generalizadas, explico el Istat, la mayor aceleración respecto a mayo fue la de los precios de los bienes energéticos, cuyo crecimiento pasó del 42,6 % en mayo al 48,7 % en junio, y en particular de la energía no regulada, que subió del 32,9 % al 39,9 %.
Los bienes alimentarios pasaron del 6,6 % en mayo al 8,2 % en junio, mientras que los precios de los bienes recreativos, culturales y de cuidado personal crecieron del 4,4 % al 5 %) y los de servicios de transporte, del 6,0 % al 7,2 %.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- avanzó en junio hasta el 8,5 % interanual y hasta el 1,2 % frente a mayo.