El secretario general de la Liga, Ahmed Aboul Gheit, dijo en una rueda de prensa que los ministros abordaron a puerta cerrada, en una "reunión consultiva, sin decisiones ni comunicados" una larga agenda de cuestiones políticas y económicas, incluidos los preparativos de la cumbre árabe prevista para noviembre en Argelia.
Destacó, entre otros, "el tema de la guerra de Ucrania y su devastador impacto en muchos países árabes, ya sea en lo que se refiere a la alimentación o a la energía".
Asimismo, subrayó que los titulares de Exteriores árabes "abordaron la próxima cumbre, los preparativos, su contexto en general, su fecha y quiénes participarán en ella", incluida "la reincorporación de "Siria, aunque no se ha tomado una decisión" definitiva al respecto.
Siria no asiste a las reuniones de la Liga desde que los jefes de las diplomacias árabes decidieran en noviembre de 2011 suspender su pertenencia tras el estallido del conflicto en ese país.
Sin embargo, algunos países árabes han dado en los últimos años pasos para estrechar sus lazos con Damasco, en particular Emiratos Árabes Unidos adonde el presidente sirio, Bachar al Asad, realizó en marzo pasado su primera visita en 11 años.
Otro tema es la situación en Somalia, país que "se acerca a una hambruna aterradora, por la que las personas o tribus pueden recurrir a prácticas y acciones que no deberían ser", agregó Aboul Geit.
"En general la situación en el Cuerno (de África), el mar Rojo y en toda África Oriental, así como en Yemen y toda la Península Arábiga puede verse sacudida por una eventual migración de millones de personas que no encuentran comida", advirtió.
El encuentro de Beirut, en el que los ministros expresaron su solidaridad con el Líbano contra sus crisis política y económica, es la tercera y última reunión ministerial de la Liga antes de la próxima cumbre, programada para el 1 y 2 de noviembre.