El portavoz del canciller, Steffen Hebestreit, dio a entender que si Abás -que acusó ayer a Israel de haber cometido "50 Holocaustos" contra el pueblo palestino- no se desdice y afirma "sin paliativos" la singularidad de ese hecho histórico, ello podría afectar los contactos del Gobierno alemán con la AP.
Agregó además, en el curso de una rueda de prensa ordinaria en Berlín, que el Ministerio de Exteriores ha convocado al representante de Ramala para transmitirle la "indignación" del Gobierno por lo ocurrido.
Hebestreit anunció también que el canciller, Olaf Scholz, conversará el jueves con el primer ministro israelí, Yair Lapid, para tratar el incidente, que ha sembrado la polémica en Israel.
"La relativización del Holocausto es totalmente inaceptable y hacerlo en suelo alemán es imperdonable," subrayó el portavoz, que admitió como "error" haber puesto fin como estaba previsto a la rueda de prensa de Abás y de Scholz sin dar a este último una posibilidad de réplica.
El portavoz defendió por el contrario a Scholz, blanco de críticas por no haber reaccionado en el momento, ya que según recordó rechazó el uso del término "apartheid" por parte de Abás y además expresó su "disgusto" ante las declaraciones "con su mímica y gestualidad".
Preguntado por un periodista por la matización realizada a posteriori por el presidente de la AP, que este miércoles calificó al Holocausto de "crimen más atroz de la historia moderna de la humanidad", Hebestreit señaló que el Gobierno las conocía, pero no confirmó si las consideraba suficientes.
"La pregunta sobre las relaciones con la Autoridad Palestina todavía está abierta," dijo el portavoz, que señaló que le "cuesta imaginar" que se produzca un viaje oficial a Ramala en el futuro próximo.
Sin embargo, ante la pregunta de si Berlín dejaría de financiar proyectos humanitarios, indicó que el Gobierno quiere mantener sus relaciones "diversas" con los territorios palestinos y que éstas "no están en cuestión" ya que no se pueden "cortar todos los puentes".
Abás realizó las declaraciones objeto de la controversia después de que un periodista le preguntase si condenaba los atentados en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, que costaron la vida a 11 atletas israelíes.
El presidente de la AP afirmó que si desea "hurgar" en el pasado, es preciso tener en cuenta que las fuerzas israelíes han cometido decenas de masacres de civiles palestinos desde 1947.