En una solicitud aseguraron que en los últimos dos meses Abul Futuh, de 70 años y en prisión desde febrero de 2018, "ha tenido varios problemas de salud que han causado un deterioro rápido de su estado (...), lo que aumenta el riesgo de que muera en cualquier momento".
El político opositor e integrante de los Hermanos Musulmanes hasta 2011, dos años antes de que el grupo fuera declarado organización terrorista por el Gobierno de Al Sisi, fue condenado el pasado mayo a 15 años de cárcel por "difundir noticias falsas" y "perjudicar los intereses nacionales", acusaciones habituales en Egipto contra activistas y críticos del Gobierno.
Según los firmantes de la petición para que sea liberado, el pasado 3 de agosto el político opositor sufrió un infarto de corazón y los responsables de la prisión cairota de máxima seguridad donde cumple la pena, la de Tora, solo le proporcionaron un medicamento anticonvulsivo hasta que se estabilizó a las tres horas.
Además, según el escrito, los médicos de la penitenciaria han rehusado de momento enviarle a un centro hospitalario, pese a que su condición de salud así lo requiere.
La detención de Abul Futuh se produjo después de haber criticado al Gobierno egipcio e instado al boicot de las elecciones celebradas en 2018, en las que revalidó su mandato el actual presidente.
La solicitud para su liberación fue firmada por varios personajes de la oposición egipcia y los derechos humanos, incluidos otros excandidatos de presidencia, y algunos personajes que participan desde inicios de julio en un proceso de "Diálogo Nacional" impulsado por al Sisi.
Este proceso está abierto a todas las fuerzas políticas, partidistas y sindicales de Egipto, salvo aquellas que hayan participado en actos de violencia como los Hermanos Musulmanes, si bien sus objetivos y alcance no son del todo claros.