Bayramov, que se encuentra de visita oficial en España con motivo del trigésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, se reunió con su colega español de Exteriores, José Manuel Albares, y con la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, con los que analizó asuntos de orden bilateral en diversos campos, con particular incidencia en el energético.
En una entrevista con EFE, el jefe de la diplomacia azerbaiyana indicó que ”las empresas españolas están trabajando en Azerbaiyán, pero coincidimos en que hay mucho más potencial para la cooperación”.
“Durante mucho tiempo, Azerbaiyán ha sido un socio confiable para los países europeos como proveedor de petróleo y productos derivados, y España está entre los diez primeros países que están comprando crudo de Azerbaiyán”, manifestó el ministro.
“Desde finales de 2020 y principios de 2021, Azerbaiyán comenzó a convertirse también en un socio y proveedor confiable de gas para la Unión Europea y también con la finalización del Proyecto del Corredor de Gas del Sur, que es el proyecto de energía más grande de Europa”, con 3.500 kilómetros de longitud, dijo.
Bayramov señaló que Italia, Grecia y Bulgaria fueron los primeros países europeos que compraron gas a Azerbaiyán y saludó el renovado interés de España por ese proyecto.
Por ello, afirmó, “consideramos a España como un muy buen socio de Azerbaiyán también en este proyecto”, al referirse a la participación de la empresa española Enagas, que aporta el 16 por ciento del accionariado en la segunda parte del citado corredor, el conocido como gasoducto Transadriático.
El ministro se refirió a la crisis energética generada en Europa por la guerra en Ucrania y, en este sentido, indicó que la Unión Europea (UE) solicitó recientemente a Azerbaiyán que considerase la posibilidad de aumentar el suministro de gas al mercado europeo.
En concreto, se refirió al memorando suscrito el pasado 18 de julio en Bakú por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, con respecto a la asociación estratégica en cooperación energética entre este país y la UE.
“Este acuerdo tiene varios elementos importantes, uno de los cuales es el aumento de los suministros de gas de Azerbaiyán al mercado europeo en los próximos cinco años que se duplicarán y pasarán de 10 millones de barriles de crudo a 20 millones de barriles”, subrayó el ministro.
También citó otras áreas de cooperación como “la relativa a aumentar la capacidad de energía renovable en Azerbaiyán” con un suministro potencial de “electricidad verde” de este país a la Unión Europea.
“Este gran proyecto tiene un componente en el que Azerbaiyán y España pueden establecer una cooperación muy específica y tangible, porque cuando hablamos del aumento de la capacidad de la energía renovable, España es bien conocida por sus tecnologías” en ese ámbito, afirmó el ministro.
“Las fuentes de energía alternativas son enormes. Desde esta perspectiva, creemos que las empresas españolas también pueden participar muy activamente en la producción de energías renovables”, manifestó Bayramov, que incidió en que este fue uno de los temas que trató ampliamente con sus colegas españoles.
Se refirió también a la dimensión política y geopolítica de la guerra en Ucrania que, en su opinión, solo puede resolverse por cauces “políticos y diplomáticos”.
“El enfrentamiento militar debe cesar. Pero, cuando hablamos de que debe resolverse mediante negociaciones, por supuesto, tomamos en consideración el respeto a las normas y principios del derecho internacional, como el de la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras”, subrayó.
En este sentido, Bayramov se refirió al papel mediador que está intentando desempeñar Turquía, un país con el que Azerbaiyán mantiene una relación muy estrecha.
“Turquía juega un papel estabilizador muy importante” que ha servido para desbloquear el veto ruso a la salida del grano de los puertos ucranianos. "Los canales de comunicación deben permanecer abiertos para tratar de acercar las posiciones de cada una de las partes” en conflicto, comentó.
Respecto a las relaciones entre Azerbaiyán y Armenia, que en 2020 libraron una guerra por la región de Nagorno Karabaj (un enclave de población armenia en territorio azerbaiyano) y que concluyó con la victoria azerbaiyana, el ministro señaló que la “normalización posconflicto” está resultando compleja por diferencias en cuestiones de límites o presencia de tropas, entre otras.
“Esperamos que Armenia respete sus obligaciones y creemos que no hay otra posibilidad para pasar la página, normalizar las relaciones y que estas sean de buena vecindad, como es natural, pero para esto, uno debe cumplir con sus obligaciones y al mismo tiempo respetar el derecho internacional”, afirmó.