La actual líder laborista, Merav Michaeli, recordó que Itamar Ben Gvir, político que defiende posturas racistas, antiárabes y homófobas -cuyo partido Sionismo Religioso apunta a ser la tercera fuerza más votada en las elecciones del martes-, era entonces un joven que incitó en las calles el odio hacia Rabin.
“Un gran y valiente líder israelí que condujo a Israel a grandes logros y a la paz fue llamado aquí, por muchas personas, un traidor. Aquí gritaron 'muerte a Rabin'”, afirmó hoy Michaeli durante el acto celebrado en al Plaza Zion de Jerusalén, sobre una protesta que tuvo lugar en ese mismo lugar antes de su asesinato.
“Aquí Itamar Ben Gvir entregó el cartel de Rabin en uniforme de las SS. El mismo Itamar Ben Gvir que ahora se disfraza de oso cariñoso y trata de ocultar y reescribir la historia”, señaló sobre ese político, que ha moderado sus posturas al llegar a la primera línea política.
Ben Gvir, colono y supremacista judío, llegó a afirmar que había que matar a todos los árabes, pero ahora dice que es suficiente con que sean expulsados de la "tierra bíblica de Israel", aunque defiende la pena de muerte para los "terroristas".
Al frente del partido Poder Judío, que concurre a las elecciones dentro del Sionismo Religioso, él y su socio Bezalel Smotrich aspiran a reunir el récord de 14 diputados para el movimiento, claves para que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu pueda reunir una mayoría derechista que le apoye para formar gobierno.
De hecho, sus nombres suenan como posibles ministros en un eventual gabinete de Netanyahu, la cartera de Seguridad Pública -que controla la Policía- para Ben Gvir y la de Defensa o Justicia para Smotrich, lo que ha activado las alarmas de la izquierda y de la comunidad árabe.
Michaeli recordó que también Netanyahu, entonces como líder de la oposición al frente del partido Likud, asistió a esa manifestación contra Rabin previa a su asesinato, en la que se le acusaba de "traidor" por firmar los Acuerdos de Oslo con los palestinos en 1993, que le valieron el Nobel de la Paz al año siguiente junto con el líder palestino Yaser Arafat.
“Cualquiera que niegue que el asesinato de Rabin fue político y que la incitación contra él fue organizada y planeada en su contra es cómplice de los instigadores que se pararon aquí en la plaza de Zion en sus intentos de reescribir la historia”, aseveró la líder laborista en el acto, en el que participaron unas mil personas.
Este homenaje anual a Rabin generalmente tiene lugar el sábado más cercano al 4 de noviembre, fecha en la que el entonces primer ministro fue asesinado a tiros por el extremista Yigal Amir.