Claves para entender el vacío de poder al que se enfrenta el Líbano

Noemí JaboisBeirut, 30 oct (EFE).- El presidente libanés saliente, Michel Aoun, aceptó el domingo la renuncia del Ejecutivo interino que gobierna el país desde hace cuatro meses, en un intento de evitar que éste asuma sus funciones cuando el Líbano se quede mañana sin jefe de Estado.

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El mandato de Aoun termina la medianoche del lunes sin que el Parlamento haya logrado elegir a sucesor, y el exgeneral busca forzar la formación in extremis de un nuevo Gobierno con plenos poderes para asumir la Presidencia, o el nombramiento de un nuevo jefe de Estado.

Por ello, hoy trató de imposibilitar que el Gobierno en funciones de Najib Mikati pueda salvar legalmente el vacío en el Palacio Presidencial, si bien el primer ministro defiende que su Ejecutivo ya constaba como "dimitido" desde el pasado junio y seguirá llevando a cabo sus labores.

Estas son algunas claves para entender el nuevo escenario en este país propenso a los bloqueos políticos y sumido en una grave crisis económica:

1. SIN SUCESOR PARA AOUN

Tal y como habían anticipado los augurios, el encargo de Aoun toca a su fin sin que ningún candidato haya logrado apoyos suficientes para ser nombrado jefe de Estado, un puesto que se reserva para un cristiano maronita y que ya quedó vacante en varias ocasiones a lo largo de las últimas tres décadas.

El propio presidente saliente llegó al Palacio de Baabda tras dos años de vacío, gracias a un acuerdo de mínimos entre los bloques políticos.

La Cámara, en la que ningún grupo tiene actualmente mayoría, es la encargada de elegir al presidente de la República y, pese a que ha tenido dos meses para alcanzar un consenso, ninguno de los cuatro intentos de votación fue exitoso.

2. POSIBLES CANDIDATOS

El postulante más votado fue Michel Moawad, hijo del asesinado expresidente libanés Rene Moawad y opuesto al poderoso partido chií Hizbulá, pero se quedó muy lejos de la mayoría absoluta necesaria para salir elegido.

Aunque Hizbulá y sus aliados perdieron la mayoría en las elecciones parlamentarias del pasado mayo, todavía controlan casi la mitad del Hemiciclo, por lo que la aprobación de un candidato que no cuente con su respaldo requeriría que todas las fuerzas restantes estén en el mismo barco.

Al igual que sus compañeros de coalición, la formación chií optó por el voto en blanco en las diferentes sesiones y, aunque no ha anunciado públicamente su apoyo a ningún candidato, se cree que su preferencia sería Suleiman Franjieh, nieto del expresidente de mismo nombre.

En la alianza está también el partido de Aoun, el Movimiento Patriótico Libre, cuyo actual líder, Gebran Bassil, no parece contar tampoco con el visto de bueno de Hizbulá.

Algunos han visto la medida tomada hoy por el presidente saliente, suegro de Bassil, como un intento de ganar terreno para lograr el ascenso de su impopular y sancionado yerno a la Presidencia del Líbano, pese a que su nombre había quedado fuera del tablero.

3. UN GOBIERNO INTERINO

Paralelamente, el país mediterráneo está en manos de un Gobierno interino desde que Aoun designó a un nuevo primer ministro para formar otro Ejecutivo tras celebrarse los comicios parlamentarios, como dicta el protocolo.

El elegido volvió a ser Mikati, que se quedó al frente del Gobierno saliente mientras trataba, sin éxito hasta la fecha, de encontrar un reparto de carteras que contente al presidente de la República, además de a los diversos partidos y grupos religiosos del país.

Bajo la presidencia de Aoun, el Líbano tuvo cuatro primeros ministros, más todos los que fueron designados y fracasaron a la hora de formar gobierno.

"Perdí unos tres años de mi mandato debido a los gobiernos interinos", lamentó el propio presidente saliente el pasado jueves.

Es poco probable que en las próximas 24 horas Mikati logre formar un Gobierno nuevo, que requeriría luz verde del jefe de Estado.

El presidente del Parlamento, Nabih Berri, todavía no ha clarificado si el Gobierno interino queda disuelto legalmente o no tras los desarrollos de hoy, limitándose a confirmar que ha sido informado de las posturas de ambas partes.

4. CONSECUENCIAS DESASTROSAS

Los bloqueos políticos concatenados de los últimos años se tradujeron en una inacción general a la hora de lidiar con la grave crisis económica iniciada en el país a finales de 2019, debido en parte a que un gobierno interino tiene capacidades limitadas.

El pasado abril, el Líbano y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron un acuerdo preliminar por el que el país podría recibir una ayuda financiera equivalente a unos 3.000 millones de dólares, pero el entendimiento todavía no ha recibido la luz verde de la dirección del organismo.

Se debe a la falta de avances en las reformas demandadas a cambio, muchas de las cuales requerirán la aprobación de un jefe de Estado que, con casi toda probabilidad, no existirá a partir de mañana.

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