El general Asim Munir asume como nuevo jefe del poderoso Ejército de Pakistán

Islamabad, 29 (EFE).- El general Asim Munir tomó este martes posesión del cargo como jefe del Ejército de Pakistán, considerado el puesto más poderoso de esta potencia nuclear, en sustitución de Qamar Javed Bajwa, que se retiró tras seis años al frente de las Fuerzas Armadas entre acusaciones de intromisión política.

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En una ceremonia organizada en Rawalpindi, ciudad vecina a la capital que acoge el cuartel general de las Fuerzas Armadas, el jefe del Ejército saliente, Bajwa, entregó el simbólico bastón de mando a su sucesor, antes de abrazarle tras el tradicional saludo profesional, en un gesto poco habitual.

"Tengo plena fe en que bajo su liderazgo, el Ejército alcanzará nuevas alturas. Su nombramiento demostrará ser positivo para el país", afirmó Bajwa durante el acto, con el que puso fin a 44 años de servicio militar, los últimos seis al mando del Ejército.

Munir fue designado para sucederle la semana pasada por el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, después de días de especulaciones sobre quién encabezaría el todopoderoso Ejército de Pakistán, que ha gobernado el país durante la mitad de sus 75 años de historia.

Una vez asumido su nuevo cargo, Munir se convirtió en el 17º jefe de las Fuerzas Armadas y en el primero en hacerlo tras haber encabezado previamente la Agencia de Interservicios de Inteligencia (ISI), el principal cuerpo de espionaje del país.

RECUPERAR LA CONFIANZA

Su ascenso se produce en un momento en que el Ejército suscita el rechazo de una parte amplia de la sociedad paquistaní, que consideró controvertido el mandato de Bajwa debido a su tremenda influencia en la política estatal, lo que va en contra de la Constitución.

La relación entre el general y el ex primer ministro Imran Khan se enturbió en el último año, y tras la destitución de Khan en abril al perder una moción de censura en su contra, este culpó al Ejército de haber jugado un papel en su caída, de la que también acusó a Estados Unidos.

Así, la mayoría de seguidores del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), la formación del exmandatario, celebró en redes sociales la retirada del general mientras compartían imágenes suyas tomando pasteles o repartiendo dulces para conmemorar el momento.

Rawalpindi fue precisamente el lugar escogido por Khan para llevar a cabo una multitudinaria manifestación el pasado sábado para exigir elecciones anticipadas, pero que también fue aprovechada por varios líderes del partido para increpar a Bajwa y a otros altos mandos militares.

Además de enfrentarse al escrutinio de los seguidores del PTI, Munir comienza su nueva etapa un día después de que el principal grupo talibán paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), anunciase el fin del alto el fuego que mantenía con el Gobierno después de que aparentemente fracasaran las negociaciones.

El TTP es un paraguas de varios grupos armados tribales creado en 2007 que busca imponer un Estado islámico en Pakistán y es aliado de los talibanes afganos, a los que guarda lealtad.

Desde su formación, el grupo ha llevado a cabo una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país y matado a miles de personas, incluido un intento de asesinato de la premio Nobel Malala Yousafzai en 2012.

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