La retirada de la acusación supone la suspensión del proceso, según anunció el director de la Fiscalía del Territorio de la Capital Australiana, Shane Drumgold, que explicó que si bien la búsqueda de la justicia es "esencial", la seguridad de una denunciante en un asunto de agresión sexual "debe ser primordial", recoge el canal ABC.
La denunciante, Brittany Higgins, acusó en febrero de 2021 al entonces asesor del Partido Liberal, Bruce Lehrmann, de violarla la noche del 22 de marzo de 2019 en un despacho ministerial del Parlamento de Camberra, en un caso que sacudió la escena política del país.
El primer juicio comenzó el 4 de octubre, pero fue anulado días más tarde, el 27 de ese mismo mes, cuando el jurado se encontraba deliberando -tras jornadas sin alcanzar una decisión- y se supo que uno de sus miembros accedió ilegalmente a documentos extrajudiciales
El acusado, quien era compañero de trabajo de la presunta víctima, se declaró inocente del cargo por violación y negó haber mantenido un intercambio sexual con la demandante.
El Tribunal Supremo del Territorio de la Capital Australiana tenía previsto iniciar un segundo proceso el 20 de febrero.
"Durante la investigación y el juicio como denunciante de agresión sexual, la señora Higgins se ha enfrentado a un nivel de ataque personal que no he visto en más de 20 años en este trabajo", precisó Drumgold a los medios.
El fiscal señaló que dos médicos independientes advirtieron recientemente de "que el trauma en curso asociado con este procesamiento presenta un riesgo significativo e inaceptable para la vida de la denunciante" ante la posibilidad de tener que volver a testificar y escuchar de nuevo la declaración de los testigos.
"Esto no me ha dejado más opción que presentar una notificación negándome a proceder con el nuevo juicio (...) y poner fin a la acusación", apuntó Drumgold al alabar "la valentía, gracia y dignidad" de Higgins.
Actualmente, Higgins, se encuentra hospitalizada recibiendo tratamiento psiquiátrico debido a que las presiones y ataques tras su denuncia "han sido difíciles e implacables", indicó este viernes en un comunicado Emma Webster, amiga de la víctima.
"Aunque es decepcionante que el juicio haya terminado de esta manera, la salud y la seguridad de Brittany deben ser siempre lo primero", agregó Webster sin dar más detalles.
El caso de Higgins, quien se convirtió en un símbolo para denunciar abusos sexuales en centros de trabajo, motivó a otras mujeres a denunciar incidentes de acoso y agresiones sexuales en el Parlamento de Camberra, y dio inicio a una serie de investigaciones sobre los presuntos delitos y las gestiones de estos casos.
En febrero, el entonces primer ministro, Scott Morrison, y los representantes del Legislativo bicameral pidieron perdón a las víctimas de acoso, maltratos y agresiones sexuales y reconocieron que muchas denuncias fueron silenciadas por el miedo a consecuencias electorales.
Las disculpas oficiales formaron parte de la respuesta a las 28 recomendaciones emitidas en noviembre de 2021 por la comisionada de Discriminación Sexual, Kate Jenkins, que lideró una investigación sobre la cultura laboral en el Parlamento.