"CICR pide a todos los implicados en la violencia en Las Anod que nos garanticen un acceso seguro y sin trabas para ayudar a los afectados por los enfrentamientos armados" entre el ejército regional y civiles armados antigubernamentales, destacó la organización en un comunicado.
"Los habitantes de Las Anod necesitan urgentemente asistencia humanitaria, y estamos trabajando contrarreloj para poder llevársela", añadió el jefe de la delegación de CICR en Somalia, Juerg Eglin.
CICR colabora con la sociedad somalí de Cruz Roja para atender a los heridos en los enfrentamientos y evacuar a personas hospitalizadas, destacó la organización, que ha enviado material quirúrgico para tratar a unos 400 pacientes en los seis centros hospitalarios de Las Anod.
Los choques empezaron el pasado 6 de febrero en esa localidad, capital administrativa de la región de Sool, en el sur de Somalilandia, territorio que se disputan esta región separatista con el vecino estado somalí de Puntland.
La violencia ha provocado la huida de unas 185.000 personas, de las que más de 60.000 han llegado a la vecina Etiopía en las últimas semanas, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Somalilandia atraviesa una crisis política después de que su presidente, Muse Bihi Abdi, decidiese extender su mandato, que debió haber finalizado el pasado noviembre, durante un período de dos años y anulase la celebración de la elecciones regionales.
La región, que fue un protectorado británico hasta 1960, no está reconocida internacionalmente, aunque tiene constitución, moneda y gobierno propios, e incluso un mejor desarrollo económico y mayor estabilidad política que Somalia.
Declaró su separación de Somalia, excolonia italiana, en 1991, año en el que fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré y el país del Cuerno de África se sumió en una etapa de conflicto sin un Gobierno efectivo en Somalia.
En las últimas décadas, Somalia y Somalilandia han impulsado sin éxito varios intentos de diálogo sobre la independencia de la región.