Las primeras reacciones salieron de Irak y Omán, que habían mediado entre Arabia Saudí e Irán, y el Ministerio de Exteriores iraquí dio "la bienvenida al acuerdo (...), según el cual se abre una nueva página de relaciones diplomáticas entre ambos países".
La cancillería iraquí destacó, en un comunicado, "los esfuerzos del Gobierno de Irak en este contexto, que ha acogido en Bagdad varias rondas de diálogo" entre representantes de Irán y Arabia Saudí, las potencias chií y suní, respectivamente, de Oriente Medio y enemigos tradicionales.
El acuerdo, anunciado hoy en un comunicado conjunto tras una serie de conversaciones entre delegaciones encabezadas por los asesores de la Seguridad Nacional de ambos país en Pekín, prevé el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas en un "plazo máximo de dos meses".
"Este acuerdo dará un impulso cualitativo a la cooperación de los Estados de la región", añadió la nota de Exteriores iraquí, y agradeció "los esfuerzos de Omán y la República de China" para alcanzar el acuerdo.
Omán, otro mediador entre Teherán y Riad, ha manifestado también su "satisfacción" y su "esperanza" de que el entendimiento "contribuya a reforzar la seguridad y la estabilidad en la región", según un comunicado del Ministerio de Exteriores omaní.
Otra reacción destacada salió de Egipto, que no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde 1979, y cuyo Ministerio de Exteriores dijo que "sigue con interés el anuncio del acuerdo" saudí-iraní y "aspira a que contribuya a rebajar la tensión en la región".
El primer ministro y jefe de la diplomacia de Catar, Mohamed bin Abdelrahman, dio la "bienvenida" de Doha en sendas llamadas telefónicas a los ministros de Exteriores de Irán y Arabia saudí, Hosein Amir Abdolahian, y Faisal bin Farhan, respectivamente.
Catar, que mantiene buenas relaciones con Teherán y Riad, por lo que había ofrecido mediar entre ellos, "aspira a que este paso contribuya a fortalecer la seguridad y la estabilidad en la región (...) en beneficio de todos los pueblos de la región", dijo Abdelrahman, según la agencia oficial de noticias catarí, QNA.
En Beirut, el ministro libanés de Exteriores, Abdalá Bou Habib, dijo que el acuerdo "dejará un impacto positivo en las relaciones en la Región en general", y recordó que su país "siempre ha pagado, en su pasado y presente, el precio de las disputas regionales".
"Por eso, se espera que este paso contribuya a fortalecer los pilares de seguridad y estabilidad en la región, y a la consolidación de relaciones positivas y cooperación constructiva".
Arabia Saudí ha acusado repetidamente a Irán de promocionar el terrorismo en la región mediante el apoyo de los rebeldes hutíes en el Yemen o de las milicias del grupo libanés chií Hizbulá, así como de tratar de desestabilizar los regímenes políticos de la zona.
También en Beirut, el líder de Hizbulá, Hasán Nasralá, consideró "buen vuelco" la firma del acuerdo entre Riad y Teherán, y dijo en un discurso televisado que "estamos contentos porque confiamos en que redunde en el interés de los pueblos de la región".
Arabia Saudí cortó relaciones diplomáticas con Teherán en 2016 tras los ataques sufridos en sus sedes diplomáticas en el país persa a raíz de la ejecución en el reino árabe de un importante clérigo chií.
En abril de 2021, comenzaron unas conversaciones en secreto entre Teherán y Riad en Bagdad, que más tarde se hicieron públicas. Las dos partes también mantuvieron contactos en Oman, sin que se anunciasen avances.