"Si las negociaciones de Saná con la mediación omaní no tiene éxito, esto significará que la guerra entre los dos partes del conflicto se volverá más feroz, ya que la aviación saudí volverá a bombardear el Yemen y las fuerzas aéreas yemeníes volverán a bombardear Arabia Saudí", señaló Mohammed al Bukhaiti, un oficial hutí y gobernador de la provincia de Dhamar, en su cuenta oficial de Twitter.
El responsable hutí dijo que "no se puede parar una guerra mientras una parte del conflicto insiste en desempeñar el papel de mediador", en referencia a Arabia Saudí, que lidera la coalición militar que intervino en 2015 en la guerra en el Yemen en contra de los hutíes y que provocó que el conflicto tomara una dimensión más internacional, además de agudizar la crisis humanitaria.
"Si Arabia Saudí quiere desempeñar el papel de mediador, que detenga sus operaciones militares en el Yemen y levante su bloqueo, y entonces le daremos la bienvenida como mediador", concluyó.
El embajador saudí para el Yemen, Mohamed al Jabir, dijo ayer en Twitter que su reciente visita a Saná, la capital yemení, realizada con la delegación omaní, tiene el objetivo de "estabilizar la tregua y el alto el fuego", entre el Gobierno yemení reconocido internacionalmente apoyado por Arabia Saudí y los insurgentes respaldados por Irán tras nueve años de guerra.
Los insurgentes y el Gobierno yemení todavía no han llegado a un acuerdo para extender la tregua iniciada en abril de 2022, y que expiró después de seis meses de cese de hostilidades que han proporcionado el periodo más largo de calma relativa en el Yemen desde que se inició la guerra en ese país.
Tras el anuncio del acercamiento entre Arabia Saudí e Irán, dos superpotencias históricamente enemigas en la región, se ha asomado un hilo de esperanza para terminar con el conflicto en el Yemen, que ha causado la peor tragedia humanitaria en el planeta, según la ONU.