"Es una decisión peligrosa, abusiva y regresiva. La presidencia del Parlamento quiere aislar a esta institución y hacer de ella un órgano a puertas cerradas. El objetivo es instaurar un bloqueo total de la información y, sobre todo, seleccionar a los medios por criterios políticos", declaró a EFE el presidente del sindicato, Mehdi Jelassi, durante una manifestación frente al Parlamento.
Esta movilización, que incluye a medios privados, públicos y asociativos así como extranjeros, denuncia un ataque contra la libertad de prensa y el derecho a la información de los tunecinos, explicó el responsable.
Por su parte, el presidente de la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP), Brahim Bouderbala, defendió esta medida y aseguró que se limitará a la sesión para examinar el reglamento interno y, posteriormente, "se convocará a los medios de comunicación para que designen a los periodistas para cubrir los distintos plenos".
Suspendida en julio de 2021 por el mandatario Kais Said- que se arrogó plenos poderes- "para preservar la paz social", la Asamblea reabrió sus puertas el pasado 13 de marzo aunque los medios de comunicación- a excepción de la televisión nacional y la agencia estatal TAP- no pudieron cubrir la ceremonia de apertura.
La Asamblea cuenta con 161 diputados, en su mayoría independientes, y con tan sólo 25 mujeres después de suprimir la obligación de paridad en las listas. Asimismo excluye a los partidos políticos, considerados por el mandatario "obsoletos" y responsables de la actual crisis política.
Además dispondrá de prerrogativas limitadas- ya no podrá nombrar al Ejecutivo ni exigir cuentas al jefe del Estado- y deberá compartir el poder legislativo con una segunda cámara, el Consejo de Regiones y Distritos, todavía sin fecha electoral.
Said ratificó en agosto una nueva constitución, votada en referendo pese a una abstención del 70% del censo y que instaura un régimen político "ultrapresidencialista".
La oposición, que ha boicoteado las diferentes consultas, denuncia un "golpe de Estado" y reclama elecciones presidenciales anticipadas- previstas en 2024- mientras una decena de sus líderes se encuentran en prisión provisional por "complot contra la seguridad del Estado".