La participación osciló entre el 1,06 % en Leposavic y el 5,78 % en Zubin Potok, según los datos publicados por la Comisión Electoral de Kosovo (CIK) tras el cierre de los colegios electorales a las 17.00 GMT, tras doce horas de apertura.
En total, fueron depositadas 1.567 papeletas, un 3,4 % de los 45.000 ciudadanos convocados a las urnas en los municipios de Mitrovica, Zubin Potok, Leposavic y Zvecan, en una zona donde en noviembre y diciembre pasados hubo fuertes tensiones.
En Kosovo, los serbios constituyen una minoría estimada en el 5 % de la población, pero en estos cuatro municipios son una gran mayoría, calculada en más del 95 %.
El presidente de la CIK, Kreshnik Radoniqi, declaró que la votación transcurrió en calma y sin problemas.
La baja afluencia era previsible después de que los partidos de los serbokosovares, incluida su principal formación, la Lista Serbia (SL), apoyada por Belgrado, anunciaran su boicot de los comicios e instaran a los votantes a seguirlo.
Entre los diez candidatos a alcaldes que concurrieron en estos comicios, solo uno es de etnia serbia.
Los medios locales aseguran que en algunos colegios electorales no se presentó ningún votante y el director de la Oficina gubernamental serbia para Kosovo, Petar Petkovic, dijo que sólo 13 serbios ejercieron su voto.
Las elecciones fueron convocadas por Pristina después de que los representantes de los serbokosovares se retiraran en noviembre pasado de las instituciones de Kosovo en las que tenían presencia, como la judicatura, policía, o administración local.
Protestaron así por un litigio de matrículas de coches que desencadenó una grave crisis hasta fin del año.
Los serbokosovares condicionan su vuelta a las instituciones a la creación de cierta autonomía, acordada en 2013 con la mediación de la Unión Europea (UE), y la retirada de la policía especial enviada a la región por Pristina.
Varios analistas y ONG habían advertido de que en el norte de Kosovo no se daban las condiciones para celebrar hoy elecciones libres y justas, además de que la esperada baja afluencia a las urnas podría poner en entredicho su legitimidad.