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"Hay decenas de miles de niños sin ir a las escuelas, que están cerradas o dañadas, y las tasas de mortalidad son altas debido a los daños en las infraestructuras sanitarias y los servicios sanitarios deficientes", señaló la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un comunicado recogido este viernes por los medios locales.
Así, la OCHA indicó que la "situación humanitaria" en el oeste de la región de Oromía "ha empeorado durante los últimos meses debido a la continua inseguridad".
El OLA se escindió del Frente de Liberación Oromo (OLF) después de que ese partido dejase las armas para volver al país y hacer política a invitación del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en 2018, cuando éste llegó al poder.
Desde entonces, el grupo, que busca la autodeterminación del pueblo oromo -históricamente marginado-, usa como base de sus operaciones Oromía (oeste, centro y sur), la región más grande de Etiopía y donde está la capital del país.
A menudo, los ataques del OLA presentan tintes étnicos y van dirigidos contra miembros del pueblo amhara, mayoritario en la región homónima y con presencia en algunas zonas de la vecina Oromía.
Los rebeldes y el Gobierno federal de Etiopía empezaron el pasado 25 de abril la primera ronda de un diálogo de paz que concluyó sin llegar a ningún acuerdo.