"El problema es que Hungría no cumple los tratados acordados", declaró Simko en una comparecencia en Viena junto a su homólogo austríaco, Gerhard Karner, según informa la agencia APA.
El político eslovaco se quejó de que aunque Hungría pertenece al espacio de Schengen de libre circulación, las personas que llegan a Eslovaquia a través de la frontera con ese país con frecuencia no fueron inscritas allí.
Añadió que Eslovaquía registra a todos los inmigrantes, si bien la mayoría de ellos no desea quedarse en el país, donde la migración no es vista como un problema de seguridad.
"Desde la crisis de refugiados en 2015, éstos no han cometido ni un solo delito en Eslovaquia", afirmó el ministro que desde hace un mes integra el Ejecutivo de expertos en funciones, nombrado para llevar a este país a las elecciones generales de septiembre.
Simko abogó por ayudar a las regiones de origen para combatir allí las causas de la emigración, al considerar que "todos estos acuerdos europeos, controles fronterizos o unidades mixtas (de policías) siguen sin resolver el problema" migratorio en Europa.
Tampoco ve una solución en el nuevo pacto de asilo y migración aprobado recientemente por la UE.
Por su parte, Karner alabó la cooperación con Eslovaquia, especialmente en los "controles conjuntos en la zona fronteriza" y otras medidas que, afirmó, han permitido una "disminución significativa" del flujo migratorio a través de ese país.
En cambio, ahora hay más presión por la ruta Italia-Croacia-Eslovenia, algo que revela la rapidez con la que reaccionan los traficantes de personas, subrayó el ministro austríaco.