Gobierno rebelde pide envío de ayuda sin involucrar a Damasco ni al Consejo de Seguridad

Beirut, 17 jul (EFE).- El denominado Gobierno de Salvación, que administra de facto amplias zonas opositoras del noroeste de Siria, cargó este lunes contra la autorización emitida la semana pasada por Damasco para enviar ayuda humanitaria a los bastiones rebeldes y pidió una solución al bloqueo ajena al Consejo de Seguridad de la ONU.

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"Llamamos a la comunidad internacional a que de pasos serios para enviar asistencia humanitaria a aquellos que la merecen en el noroeste de Siria, lejos del Consejo de Seguridad y de las propuestas del régimen criminal", dijo en rueda de prensa el ministro de Asuntos Humanitarios en esa Administración, Mohamed al Bashir.

El Gobierno de Salvación opera en las zonas bajo el control de la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, en la que se incluye la exfilial siria de la red terrorista Al Qaeda, y su beneplácito es clave para que la ONU pueda entregar suministros a esas zonas.

El mecanismo que permitía a las agencias de las Naciones Unidas hacer envíos directos a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, en la divisoria con Turquía, expiró hace una semana y el Consejo de Seguridad ha fracasado a la hora de renovarlo por desacuerdos en la duración de la extensión.

Por ello, hace cuatro días el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, ofreció a la ONU una luz verde unilateral para permitir que continúen siempre que se haga "en plena cooperación y coordinación" con Damasco.

Al Bashir acusó hoy al Gobierno sirio de buscar "logros políticos a costa del sustento de millones de personas desplazadas" en las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo, al tiempo que urgió a "separar" los asuntos humanitarios de las "tensiones políticas y la extorsión".

"Lo que propuso el régimen criminal corta la única arteria humanitaria e impide la llegada y sostenibilidad de la ayuda humanitaria a la región", alertó el responsable, dando a entender que el Gobierno de Salvación no permitirá la entrada de suministros si el Ejecutivo de Al Asad está involucrado en el proceso.

Más de 4,1 millones de personas precisan ayuda en las áreas opositoras del noroeste del país, una realidad que "empeoró" tras los seísmos que azotaron la región el pasado febrero, recordó el ministro insurgente de Desarrollo y Asuntos Humanitarios, según datos de la ONU.

"Muchos de ellos viven en tiendas de campaña que lo les protegen del calor estival ni del frío del invierno, y les falta sanidad, educación y otras necesidades básicas de la vida, sin oportunidades de trabajo ni de sustento", zanjó.

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