La tasa de inflación se sitúa así en los niveles de abril de 2022 y aumenta un 0,1 % desde junio, informó el Istat.
Además, por quinto mes consecutivo, la inflación de los productos incluidos en la cesta de la compra disminuyó y se situó al 10,4 % en julio en comparación con el mismo mes del año anterior.
La desaceleración en términos interanuales de la tasa de inflación se debe principalmente a la ralentización de los precios de los servicios relacionados con el transporte, del 4,7 % al 2,4 %; de los bienes energéticos no regulados, del 8,4 % al 7,0 % y, en menor medida, de los alimentos elaborados, del 11,5 % al 10,9 %.
La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, registró una nueva desaceleración al pasar del 5,6 % de junio al 5,2 %.
El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- disminuye un 1,5 % mensual debido a las rebajas del verano y un 6,4 % anual.
De confirmarse esta tendencia, la inflación prevista para 2023 será del 5,7 %.