Los soldados se encontraban en poder del Frente Franco Benavides, perteneciente al Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC.
El CICR recordó a todos los actores armados la obligación que tienen de respetar el derecho internacional humanitario y reiteró su disposición continua para llevar a cabo este tipo de actividades.
“Nuestro rol como intermediario neutral nos permite contribuir a la preservación de la vida y la dignidad de quienes no participan o han dejado de participar en las hostilidades. Adelantamos estas operaciones con un fin estrictamente humanitario”, afirmó Kian Abbassian, jefe de la subdelegación del CICR en Cali.
Agradecemos a todas las partes involucradas por la confianza depositada en nosotros, para permitir llevar a cabo esta actividad en medio de las heridas que dejan los conflictos en la zona”, añadió.
El CICR recordó que “el irrespeto e intromisión en las misiones humanitarias tiene un impacto directo sobre las comunidades afectadas por los conflictos armados”, un mensaje lanzado unos días después de que una caravana humanitaria de esta organización y la Defensoría del Pueblo fuera interceptada en el departamento de Arauca.
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