Los 739 colegios electorales del país están abiertos desde las 08.00 hora local (07.00 GMT) y cerrarán a las 14.00 hora local (13.00 GMT) para dar paso al escrutinio, aunque en estos comicios ya han votado por correo aproximadamente una cuarta parte de los electores, cerca de 70.000 personas.
Doce partidos concurren en estas elecciones con un total de 649 candidatos que aspiran a lograr un escaño en el Parlamento y así inclinar la balanza para la formación de una nueva mayoría que de pie al Gobierno de la próxima legislatura, cuya duración es de cinco años en Luxemburgo, si no hay comicios anticipados.
Las encuestas sitúan como ganador al conservador CSV con el 28 % de los votos y con 19 escaños en el Parlamento, seguidos por los socialdemócratas del LSAP en la segunda posición (19,8 % de votos y 13 escaños) y los liberales del PD en el tercer puesto (17,4 % de votos y 11 escaños), encabezados por el primer ministro Bettel.
Desde 2013, en Luxemburgo gobierna una coalición progresista formada por liberales, socialdemócratas y verdes, que siempre ha estado encabezada por Bettel, cuyo partido quedó segundo en las pasadas elecciones de 2018 por delante de los socialdemócratas, a diferencia de lo que ahora pronostican los sondeos.
En función de los resultados de estos comicios, habrá dos escenarios distintos para formar Gobierno: una reedición del actual tripartito progresista, ya sea con Bettel al frente o con una nueva primera ministra socialdemócrata, o bien una nueva coalición que incluya a los conservadores, ahora en la oposición.
El sistema de listas abiertas que se usa para elegir a los diputados favorece este tipo de escenarios abiertos, ya que los electores pueden optar por repartir sus votos entre candidatos de varios partidos distintos, otorgando tantos votos como escaños tienen por elegir en su circunscripción.
La traducción en escaños se realiza mediante un cómputo proporcional y, en total, hay cuatro circunscripciones que eligen a un número fijo de diputados en función de su población: las más importantes son el distrito Sur, que aporta 23 escaños, y el Centro, que aporta 21, y donde está la capital del país.
En Luxemburgo, el voto es obligatorio para todos los ciudadanos de entre 18 y 75 años y la ley electoral prevé multas de entre 100 y 250 euros para los abstencionistas, que en caso de reincidencia pueden subir hasta los 1.000 euros, aunque actualmente se trata de una práctica tolerada, ya que la Justicia luxemburguesa no ha abierto expediente a ningún abstencionista desde el año 1964.
Aproximadamente el 50 % de la población residente en el Gran Ducado es extranjera, por lo que, en la mayoría de ocasiones se trata de personas que no tienen la nacionalidad luxemburguesa y que, por lo tanto, no están llamadas a las urnas este domingo.
La mayoría de estos inmigrantes provienen de otros países de la Unión Europea (UE), sobre todo de Portugal, Francia e Italia, y se desempeñan en el sector privado del país.