El Consejo consideró en un comunicado que esta medida reta la "frágil paz civil de la región occidental" y advirtió de los peligros de "una guerra civil" por no contar con esta comunidad, que constituye más de un 10 % de la estructura tribal social de Libia.
La advertencia se produjo tras la decisión del jefe del GUN, Abdulhamid Dbeiba, de formar una sala de seguridad conjunta sobre el control del paso fronterizo de Ras Yedir que estaba a cargo de fuerzas de seguridad con "componente amazig" de la ciudad de Zuwara, a 60 kilómetros de la frontera con Túnez.
El paso fronterizo de Ras Yedir es el cruce terrestre más importante del oeste de Libia hacia la vecina Túnez, pero también es tránsito de contrabando sobre el que las milicias armadas libias compiten.
"Nuestra supervivencia con nuestra dignidad es una cuestión de vida y muerte en nuestra tierra y estamos completamente preparados para enfrentar estos planes y todas las opciones están abiertas para nosotros", advirtió el Consejo bereber.
Ante el temor a un conflicto armado, la Presidencia libia ordenó a todas las unidades militares que no realicen "ningún movimiento militar, cualesquiera sean los motivos", sin permiso previo y ordenó al Estado Mayor General y al Departamento de Inteligencia Militar que informaran sobre cualquier acción que viole estas instrucciones.
El Gobierno de Dbeiba aseguró que la misión de la recién creada sala de operaciones es defender las regiones occidentales y el suroeste del país para combatir el contrabando, imponer la seguridad y confrontar y disuadir a los grupos que actúan al margen de la ley, especialmente contra la localidad de Garian.
El Consejo bereber pidió la disolución y retirada de las fuerzas de seguridad de esta sala conjunta por la falta de participación de componentes de su comunidad.