"Esto no causa nada más que un profundo pesar, ya que con Finlandia teníamos unas relaciones largas y muy buenas. Unas relaciones pragmáticas basadas en el respeto mutuo", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en rueda de prensa telefónica.
Peskov mostró su contrariedad por que esas relaciones hayan sido sustituidas por "la postura exclusivamente rusófoba" que han asumido los dirigentes de ese país, que apoyan a Ucrania en su guerra con Rusia.
Admitió que el Kremlin "difícilmente" podrá hacer cambiar a Helsinki de decisión, ya que "no existe tal diálogo", de lo que responsabilizó a las autoridades finlandesas.
A su vez, consideró "inadmisibles" los motivos "inventados" que arguye Finlandia para arremeter contra Rusia y justificar la decisión de suspender las actividades en cuatro puestos fronterizos y plantearse el cierre total.
"No aceptamos tales acusaciones. Naturalmente, el cruce de la frontera lo utilizan aquellos que tienen derecho a ello. Al respecto, nuestros guardias fronterizos cumplen con todas sus funciones", afirmó.
El Gobierno finlandés cerró desde el 18 de noviembre al 18 de febrero sus cuatro principales pasos fronterizos en la frontera oriental, los más transitados por su proximidad con la segunda ciudad rusa, San Petersburgo.
La decisión llegó después de que la Guardia de Fronteras alertase de que en la última semana se había producido un aumento notable en el flujo de solicitantes de asilo de terceros países que llegan a través de la frontera con Rusia.
Las autoridades finlandesas culpan de esta tendencia a Rusia, ya que hace unos meses Moscú cambió su política fronteriza y pasó de impedir el tránsito de ciudadanos extranjeros sin visado o pasaporte a facilitar su llegada hasta la frontera común.
El Gobierno finlandés teme que pueda ser el inicio de una campaña híbrida orquestada por el Kremlin para colapsar los servicios de inmigración del país nórdico, como hiciera en su momento Bielorrusia con Polonia.
Además, la prensa finlandesa informa el lunes que Finlandia se dispone a cerrar a cal y canto su frontera con Rusia a partir del miércoles.
Al respecto, el viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushko, aseguró hoy que dicha decisión iría en contra de los intereses nacionales del país vecino.
Tras más de un año de negociaciones, Helsinki y Washington finalizaron hace dos semanas el borrador de un acuerdo de cooperación en materia de defensa (DCA, por sus siglas en inglés), que establece hasta qué punto podrán operar en territorio finlandés las tropas estadounidenses.
Entonces, Moscú advirtió de que el DCA supone una amenaza para la seguridad de su país y aseguró que, si finalmente se firma el acuerdo, el Kremlin se verá obligado a tomar contramedidas, incluidas las "técnico-militares".