"Varios dirigentes occidentales, muy conocidos, particularmente uno, en varias ocasiones, a través de tres diferentes canales, envió señales para que nos reuniéramos a hablar sobre qué hacer con Ucrania y la seguridad europea", afirmó durante una rueda de prensa junto a su homólogo bielorruso, Serguéi Aleinik.
Lavrov, que aseguró que no quería ni tenía derecho a "mencionar nombres", calificó esta situación de un acto de hipocresía y de picardía.
Los políticos occidentales "tienen cinco viernes cada semana y mienten sin sonrojarse. Cuando ellos declaraban y continúan declarando por inercia que no van a negociar nada sobre Ucrania sin Ucrania, esto no es más que hipocresía", señaló.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que los contactos no fueron directos de líder a líder pese a que los políticos tienen "acceso directo" a su colega en Moscú.
"Pero estas son las artimañas que observamos en los últimos seis meses", indicó.
Lavrov señaló que "si alguien está interesado en ponerle fin a los intentos de garantizar su seguridad en detrimento a la seguridad de otros, poner fin a los intentos de restringir los legítimos intereses de Rusia y los legítimos intereses de los rusos que viven en muchos países de nuestro continente, pues bienvenido sea".
"Siempre estamos listos a debatir en serio estos temas", aseveró.
Sin embargo, descartó que Moscú este dispuesta a negociar con quienes condicionan los futuros contactos a la derrota de Rusia en Ucrania.
Rusia ha declarado en varias ocasiones que está abierta a las negociaciones con Ucrania, y que es Kiev quien descarta el diálogo en virtud del decreto del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que prohíbe cualquier diálogo con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
También acusa a Occidente, y particularmente a Reino Unido, de haber convencido a Zelenski de rechazar los acuerdos alcanzados entre Rusia y Ucrania de abril de 2022 en Estambul.