El Ministerio del Interior de Georgia abrió un caso administrativo por gamberrismo que prevé penas de prisión de 15 días o una multa de hasta 1.000 lari (aproximadamente 370 dólares) a raíz del suceso, cuyos autores aún se desconocen.
La voz de alarma la dieron los feligreses que celebraban la Navidad ortodoxa (el 7 de enero) en la catedral de Tiflis.
Posteriormente, en las redes sociales comenzaron unas acaloradas discusiones sobre el propio icono, dedicado a una santa y que incluye la imagen de Stalin en uno de los costados.
La jefa del servicio de relaciones públicas del Patriarcado de Georgia, Andria Dzhagmaidze, dijo a los periodistas georgianos que la presencia de Stalin en el icono no equivale a su canonización.
"Este escándalo está inventado, Stalin no es la persona a la que rezan", afirmó.
Mientras, Irma Inashvili, ex vicepresidenta del parlamento georgiano de la Alianza de Patriotas, que mantiene relaciones con la élite política rusa, dijo a los periodistas que "el icono fue adquirido por ese partido opositor hace varios años en Rusia y donado a la Iglesia georgiana".
Iósif Dzhugashvili, de apodo revolucionario Stalin, nació en la ciudad georgiana de Gori en 1879, donde vivió hasta los 16 años de edad, cuando viajó a Tiflis para ingresar en un seminario.
Decenas de sus admiradores se reúnen en Gori cada año con ocasión del día de su nacimiento, mientras, la casa-museo de Stalin en esa localidad es visitada por decenas de miles de turistas.