El Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG) indicó en un comunicado que, tras evaluar la actividad del volcán desde principios de año, existe el peligro de que se produzca una gran erupción.
"Se observaron llamas y la expulsión de material incandescente en el pico y flujos de lava en las fracturas", apunta el organismo, al subrayar que la actividad sigue siendo "alta" y está en "aumento".
Por ello, las autoridades han establecido un radio de seguridad de 4 kilómetros en torno al cráter y se ha prohibido cualquier actividad turística.
Desde principios de año al menos 1.500 habitantes de localidades cercanas al volcán permanecen evacuadas ante el riesgo de erupción, como la registrada el 1 de enero con la expulsión de una columna de cenizas que se elevó entre 1.000 y 1.500 metros sobre el monte (de 1.549 metros de altitud).
Indonesia alberga más de 400 volcanes, de los que al menos 129 continúan activos y 65 están calificados de peligrosos.
El archipiélago vivió el pasado diciembre la trágica erupción del volcán Merapi en la isla de Sumatra, que se cobró la vida de 23 personas.
Indonesia se asienta dentro del denominado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.