"Tropas terrestres, aéreas y navales del Ejército israelí hicieron actividades operativas conjuntas" en la Franja, dijo un portavoz militar. Según remarcó, ayer, Wael Abu Fanounah, "miembro de alto rango de la Yihad Islámica, fue eliminado durante un preciso ataque aéreo dirigido por el Comando Sur".
Las fuerzas israelíes acusan a Abu Fanounah de haber sido "jefe adjunto de las operaciones de guerra psicológica de Yihad Islámica", y "ocupó varios cargos dentro de las filas del grupo terrorista".
Entre ellos, aseguran, fue "asistente del comandante de Yihad Islámica en la región norte de la Franja, Khalil Bahtini".
"Abu Fanounah fue responsable de publicar vídeos de los ataques con cohetes de la Yihad Islámica contra Israel, y de la creación y distribución de documentación sobre los rehenes israelíes como parte de la guerra psicológica emprendida contra la población israelí", dice el Ejército.
A su vez, "las tropas y las fuerzas navales del Ejército continúan llevando a cabo actividades operativas conjuntas en la Franja de Gaza, incluidos ataques aéreos precisos", y los barcos del Ejército "siguen ayudando a las tropas terrestres con ataques desde el mar".
Por otro lado, el Ejército informó de que siguió habiendo ataques y combates en el área central de Gaza, donde las tropas continúan llevando a cabo operaciones.
En el norte de la Franja -zona donde Israel dijo que desmanteló por completo la infraestructura militar de las milicias-, "fuerzas aéreas y terrestres combinadas se enfrentaron y mataron a varios terroristas armados", una muestra de que en el área sigue habiendo focos de resistencia.
La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre tras un ataque del grupo islamista que se saldó con 1.200 muertos en territorio israelí y la toma como rehenes de al menos 240 personas.
Desde entonces, la ofensiva militar israelí sobre Gaza ha causado más de 24.600 muertes confirmadas entre palestinos, el 75% de ellos niños, mujeres y ancianos, mientras que se calcula que unas 8.000 personas están sepultadas y muertas bajo escombros de edificios destruidos, en un paisaje de devastación sin precedentes que según expertos no se veía prácticamente desde la Segunda Guerra Mundial.
Entre las filas del Ejército israelí también murieron 194 soldados desde el inicio de su invasión terrestre el 27 de octubre, mientras que la crisis humanitaria en Gaza se va agravando por la escasez de comida, agua potable, suministros básicos o combustible. Los centros médicos están sin servicio o funcionan al límite, y las condiciones malas de higiene y hacinamiento están propagando las epidemias.
A su vez, los desplazados internos rozan los dos millones, más de un millón de ellos concentrados en el área de Rafah en el sur, y unos 800.000 gazatíes siguen en la zona norte casi sin acceso a comida o asistencia básica, lo que hizo que la Media Luna Roja Palestina exigiera que se cree "un corredor humanitario seguro".