La elección del director del Teatro de Roma desata una "guerra" entre Gobierno y oposición

ROMA. El nombramiento del nuevo director general del Teatro de Roma, la fundación que gestiona cuatro de los más importantes teatros de la capital italiana, ha desatado un feroz enfrentamiento entre el Gobierno de Giorgia Meloni y la oposición, que lo acusa de “ocupar políticamente las instituciones culturales” del país.

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La elección de Luca de Fusco, de 66 años, en una reunión del Consejo de la fundación sin la presencia de algunos de sus miembros más destacados, ha sido calificada de “ataque” por el Partido Demócrata (PD), que hoy ha pedido la comparecencia en el Parlamento del ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano.

"La derecha en el Gobierno, nacional y regional, tiene siempre y sólo la misma obsesión: ocupar sillones, promover amigos, controlar" el país, ha asegurado la líder del PD, el mayor de la oposición, y para quien tras esta última polémica se ha "superado el nivel de alerta".

El nombramiento de De Fusco se decidió este sábado sin contar con el presidente de la Fundación, Francesco Siciliano, ni con Natalia di Iorio, representante del Ayuntamiento de Roma, que es el propietario material de los cuatro teatros de la Fundación (Argentina, Torloni, India y Valle), según los medios locales.

Siciliano había cancelado la reunión, ya que no podía estar presente, pero los consejeros de la Región del Lacio, a la que pertenece Roma, y del Ministerio de Cultura, todos próximos a los ultras Hermanos de Italia (HdI), el partido de Meloni, se reunieron de todos modos y nombraron a De Fusco.

El presidente de la Fundación destacó además que el proceso de selección entre 42 candidaturas se llevó a cabo de forma muy precipitada porque era "una elección preconcebida" y que se aprobó una remuneración "exorbitante".

La reunión "no es válida, tal y como establecen los estatutos de la Fundación. Creo que es nula incluso más allá de los aspectos legales, creo que esta forma de proceder supone un golpe a la propia naturaleza de este teatro, a su valor cultural", enfatizó Siciliano.

También el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que valora impugnar el nombramiento, mostró su contrariedad porque "la derecha está enviando una señal inquietante que debería hacer sonar la alarma para quienes aprecian el pluralismo y el sentido de las instituciones", mientras que concejal de Cultura, Miguel Gotor, fue más tajante.

"Es evidente que lo que está en marcha un intento de la derecha de ocupar una realidad fundamental del sistema cultural romano e italiano, que denunciamos y al que nos opondremos con todas nuestras fuerzas", aseguró Gotor, mientras que el ministro replicó que "De Fusco no es de derechas".

El director teatral "tiene una gran experiencia. Y cuando era joven tuvo una militancia política con el Partido Socialista. No es de derechas, es un experto", añadió Sangiuliano, que insistió en que "se ha hecho una elección meritoria" para "permitir que quienes no pertenecen a los círculos predominantemente romanos puedan expresarse en el ámbito cultural".

También el opositor Movimiento 5 Estrellas ha lamentado el nombramiento: "Sobre el Teatro de Roma y la cultura en general se está librando una batalla totalmente política que perjudica a un sector que debería ser fundamental en un país como Italia, pero del que sólo se habla para obtener nombres y escaños", indicó en un comunicado.

En su opinión, "resulta chocante el descaro, la arrogancia y la absoluta falta de respeto por parte de esta derecha, que no tiene ningún problema en pisotear las normas y la vergüenza para colocar a los suyos".

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