“Una asociación entre Paraguay o el Mercosur y Japón es prioridad”, destaca el académico Yorizumi Watanabe

Una asociación comercial Mercosur-Japón es una “prioridad y el motivo principal para avanzar con esta iniciativa sería la producción de automóviles”, pero además, “una asociación Japón-Paraguay o con el Mercosur fortalecería aún más la institucionalidad” en un mundo en conflicto, destacada el profesor superior académico de la Universidad de Keio y experto en acuerdos de libre comercio, Yorizumi Watanabe.

Yorizumi Watanabe, catedrático de Japón, experto en negociaciones y alianzas comerciales.
Yorizumi Watanabe, catedrático de Japón, experto en negociaciones y alianzas comerciales.SILVIO ROJAS

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El catedrático japonés fue enviado por la Cancillería de Japón a Paraguay y dirigió una conferencia en Asunción sobre el tema: “La estrategia comercial de Japón en un mercado mundial en crisis y las relaciones entre Japón y América Latina: fortaleciendo la asociación económica entre Japón y Mercosur”, en el marco de su gira por países del Mercado Común del Sur (Mercosur).

¿Por qué para Japón es importante América Latina?

Pese a la distancia geográfica, América Latina es una región muy importante para Japón incluyendo desde el punto de vista de la diplomacia económica. En este momento Japón tiene 31 tratados de libre comercio con 24 países, sin embargo no contamos con ningún acuerdo con el MERCOSUR, por lo tanto considero de suma importancia procurar y concluir una asociación económica con el bloque sudamericano.

América Latina posee mucho potencial para aumentar las importaciones de alimentos hacia Japón. Japón tiene muchos socios y depende de estos para importar productos alimentarios, tales como trigo, maíz, entre otros, y es importante diversificar los socios. En ese sentido, deseamos contar con la colaboración y el apoyo de los países miembros del MERCOSUR.

¿Cuáles son los principales desafíos que afrontan las asociaciones económicas?

Esto depende de qué país se está hablando. Por ejemplo en el caso de Brasil, donde están asentadas algunas empresas japonesas, suelen surgir inconvenientes con las modificaciones de las regulaciones o reglas comerciales, entre otros.

He escuchado que Paraguay se distingue porque no es frecuente que haya cambios repentinos en las legislaciones, por contar con un sistema legal más estable y por la intención de eliminar las barreras para llevar los negocios a buen término.

Está sucediendo un fenómeno que podría denominarse como dos frentes. Por ejemplo, entre Estados Unidos y China en el mundo de la producción de semiconductores, un rubro muy sensible que se puede utilizar para los aparatos militares entre otros. Los mercados suelen fragmentarse entre la producción de China y la producción de Estados Unidos, incluyendo Europa y Japón. Éste es uno de los factores que generan incertidumbre en los mercados. El otro motivo de la fragmentación es el efecto Covid, que deterioró sobre todo, la cadena de suministros. Otro aspecto que aporta a la incertidumbre es la guerra entre Ucrania y Rusia.

¿Cuáles son las perspectivas para el mercado mundial con los conflictos geopolíticos actuales? Guerra en Ucrania, por ejemplo.

En un mundo fragmentado cobra más importancia aún el imperio de la Ley y el sistema comercial basado en reglamentaciones. A nivel internacional, tenemos la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por su parte, Japón está promocionando iniciativas como el acuerdo transpacífico y otro tratado que reúne a otros 15 países asiáticos. También, ha firmado un tratado de libre comercio con la Unión Europea. Son megaacuerdos comerciales con los cuales Japón busca fortalecer la institucionalidad. Una asociación Japón-Paraguay o con el MERCOSUR puede contribuir a fortalecer aún más la institucionalidad.

¿En qué consiste la estrategia comercial de Japón?

El principal pilar sería la OMC. Sin embargo, lograr consensos en esta organización entre sus 164 países dificulta avanzar en algunas iniciativas, por eso para complementar este sistema, Japón está promocionando acuerdos de asociación económica tanto a nivel bilateral como a nivel regional con distintos países y regiones.

¿De qué manera puede la economía de Japón contribuir con los mercados globales?

-La existencia de la OMC se constituye en una especie de “Biblia” o “Constitución” para regular todas las actividades comerciales y también constituye una base para las negociaciones y conclusión de todo tipo de acuerdos comerciales de bienes y servicios o propiedad intelectual, entre otros. Por otra parte, la realidad comercial constantemente va cambiando y en la OMC se dificulta atender estos cambios con rapidez. Por esto, para complementar la existencia de la OMC, Japón está trabajando en la promoción de acuerdos de asociación económica, con los que buscan aportar estabilidad en los negocios en toda la región de Asia.

Corea del Sur, China y otros países asiáticos están desarrollando negocios de manera muy activa. Un ejemplo sería la producción de automóviles, que necesitan varios componentes. Las ruedas se fabrican en Indonesia, las partes plásticas en Filipinas, otras en Tailandia. Luego se reúnen todas mediante la importación-exportación, dado que cada vehículo requiere varias piezas y fabricarlas todas en un sólo país, no sería factible. Teniendo en cuenta esto, es clave mantener abierta la cadena de suministros para que no se vea afectada por los cambios, por presiones o por proteccionismo.

Sudamérica es un gran productor y exportador de alimentos, pero en estado primario. ¿Contribuiría apuntar a la industrialización de estos para llegar a Asia?

Mi impresión es que, comparando con otros países como México o Chile, la integración, la fortaleza de cadenas de suministro o networking de producción no está muy avanzada dentro del MERCOSUR. Están comenzando a fortalecer estas redes, pero mi impresión es que es algo insuficiente comparado a otros países donde muchas empresas japonesas ya están desarrollando actividades.

Fortalecer estas redes de producción dentro del MERCOSUR podría contribuir a un mayor intercambio de exportación-importación, incluyendo al Japón. Por ejemplo, los países miembros de la Alianza del Pacífico, que tiene buen nivel de networking, cuentan con acuerdos de asociación económica con Japón. Por ello estamos proponiendo un acuerdo de asociación económica entre Japón y MERCOSUR con el fin de dinamizar las actividades comerciales, y esto podría facilitar también la exportación de productos hacia otros países asiáticos.

Japón es un gran socio de Brasil. Sudamérica está mirando con entusiasmo a Asia. ¿Cómo ve una alianza MERCOSUR-Japón?

Existe un gran interés. Es una prioridad y el motivo principal para avanzar con esta iniciativa sería a la producción de automóviles.

Como se sabe, Japón cuenta con muchas empresas de producción de automóviles como Toyota, Nissan o Suzuki, entre otros. La existencia de estos acuerdos de asociación económica podría facilitar la producción de distintas maneras. La producción de automóviles tiene un mercado bastante amplio a nivel global y la existencia de acuerdos comerciales facilita la unificación de aranceles como para importar los distintos materiales necesarios para la producción de vehículos. Por ejemplo, en el caso de Toyota: tiene en total 140 fábricas a nivel internacional y precisa reunir todos los componentes o autopartes para la producción de sus automóviles.

Para importar los materiales fabricados en otros países vecinos la existencia de estos acuerdos comerciales sirve muchísimo. En el caso concreto de América Latina, el Acuerdo de Asociación Económica México-Japón, se concluyó justamente por ese motivo y por lo mismo podría ser aplicable al caso de MERCOSUR-Japón.

Estamos hablando de una futura alianza vista con entusiasmo desde las partes. Pero hay un “condimento” que no pasa desapercibido: el avance de China en América Latina. ¿Cuál es su visión al respecto?

Existe una sólida colaboración entre Japón y China, sobre todo con lo relacionado a la producción de semiconductores, que se utilizan en electrodomésticos y automóviles en general. La dependencia es mutua. Actualmente la industria de semiconductores es muy sensible. También, existe una estrecha colaboración entre los dos gigantes económicos: Estados Unidos y China.

En el caso de América Latina, China también tiene una importante presencia en los distintos mercados. Por ejemplo, en Brasil casi el 40% de las importaciones serían productos chinos en comparación con más o menos el 3% de las importaciones del Japón.

China podría ser vista como un riesgo, pero también representa una oportunidad. Ahora, habría que prestar buena atención a los productos sensibles como los equipos militares y de defensa, pero la separación total sería imposible. Lo que se necesitaría ante ello, es quizás establecer estrategias para minimizar los riesgos.

Japón es parte de grupos de potencias del mundo, al ser un país desarrollado. ¿Qué peso debería tener la producción sostenible -el cuidado del ambiente- en los acuerdos comerciales a partir de la experiencia japonesa?

Las empresas japonesas y las comunidades empresariales en Japón dan mucha importancia y prioridad al tema medioambiental. Cuando se establece una mesa de negociación, lo esencial es avanzar poco a poco. No existe una solución mágica. Con los diálogos se van acercando paulatinamente las posturas, lineamientos y fundamentos entre las partes involucradas.

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