El informe de la agencia de la ONU indica que alrededor de "200.000 personas, incluidos 68.000 niños, muchos de los cuales pasaron un frío invierno en refugios temporales, todavía necesitan asistencia humanitaria para reconstruir sus vidas".
El terremoto de magnitud 6.4 ocurrió el pasado 4 de noviembre, en el distrito de Jajarkot de la provincia de Karnali, causando la muerte de 154 personas e hirió a cerca de 400. De acuerdo con Unicef, 81 de los muertos eran niños.
El terremoto destruyó además viviendas, escuelas, instalaciones de salud e infraestructura de suministro de agua, lo que interrumpió servicios críticos para los niños.
“Las necesidades siguen siendo altas, ya que los niños necesitan alimentos nutritivos, agua potable, educación y refugio. Una de las mejores maneras de reconstruir la vida de los niños y restaurar una sensación de normalidad es hacer que regresen a la escuela y aprendan, para que puedan jugar con sus amigos, aprender y sanar”, afirmó a través del escrito la representante de UNICEF en Nepal, Alice Akunga.
Hasta ahora sólo se ha financiado el 7 por ciento del llamamiento de 15,7 millones de dólares de UNICEF, indicó la organización, que explicó que los pocos recursos han ido a atender la emergencia y servicios temporales, pero requiere todavía de "14,7 millones de dólares en financiación para seguir brindando apoyo vital a los niños".
Nepal se encuentra entre los países más propensos a desastres naturales y cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructura suficiente para hacer frente a inundaciones o terremotos.
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