Tokio se pronunció así sobre la operación llevada a cabo en Rafah, en el extremo meridional de Gaza en pleno debate sobre la expansión de la ofensiva militar israelí a esa ciudad donde viven más de un millón de desplazados.
"Rafah es una localización especialmente importante para el suministro de asistencia humanitaria", señaló en un comunicado la portavoz del Ministerio nipón de Exteriores, Maki Kobayashi.
La portavoz destacó la necesidad de "mejorar la situación humanitaria lo antes posible" y "garantizar un ambiente que permita las actividades de asistencia humanitaria", ante "el continuo deterioro de la situación sobre el terreno y el creciente número de bajas civiles, incluyendo un gran número de niños, mujeres y ancianos".
El comunicado recuerda que aunque Japón "ha condenado de forma inequívoca los ataques terroristas de Hamás y otros, y ha urgido de forma constante a la inmediata liberación de rehenes", también "ha reiterado la importancia de proteger a los civiles, y llamado a todas las partes a actuar de acuerdo a la ley internacional, incluyendo la normativa humanitaria".