"Es bueno estar aquí y que se pongan en marcha cosas que llevamos planeando tiempo", afirmó Scholz, en declaraciones citada por el diario "Bild".
Frederiksen, por su parte, se declaró "complacida" por participar en el evento, según su cuenta en la red social X.
"Necesitamos reforzar nuestra industria de defensa para poder seguir apoyando a Ucrania y proporcionar una fuerte disuasión y defensa europea contra la amenaza por parte de Rusia", destacó.
Está previsto que la nueva planta de Unterlüß esté completada en 2025 y fabrique al año unas 200.000 unidades de munición para diferentes tipos de armamento, entre ellos los obuses de producción alemana entregados a Kiev.
Según dijo el consejero delegado de Rheinmetall, Armin Pappberger, al diario 'Tagesspiegel', la empresa suministrará este año a Ucrania varios cientos de miles de unidades de munición y se ha marcado como objetivo fabricar hasta 700.000 al año en 2025.
Pappberger agregó que en 2024 obtendrá aproximadamente 15.000 millones de euros en encargos del Estado, lo que supone aproximadamente un 20 % del volumen de negocio de la empresa.
Una decena de activistas pacifistas protestaron en el exterior de la planta en construcción contra la política armamentística del Gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales.
Entretanto, unos 400 agricultores acudieron con tres centeneras de tractores, según datos de la policía, a intentar bloquear los accesos de las instalaciones antes de la llegada de Scholz para protestar contra el Gobierno.
Desde comienzos de año los agricultores alemanes se están movilizando con acciones por todo el país con el objetivo de que el Ejecutivo revierta su decisión de eliminar gradualmente los subsidios al diésel agrario.