Mientras, datos de la terminal Seagirt Marine, que puede gestionar hasta 40 contenedores a la hora, señalan que el número de transacciones de camiones ha caído de 2.896 el 28 de marzo (dos días después del accidente) a solo 427 este miércoles.
La advertencia de Wallenius Wilhelmsen y la reducción de la actividad en las terminales se produce a pesar de que las autoridades estadounidenses han habilitado en las últimas horas dos canales de emergencia para permitir la navegación de algunas embarcaciones.
El martes, las autoridades del puerto de Baltimore informaron de la apertura de un segundo canal provisional para que navíos esenciales para las tareas de respuesta puedan transitar y evitar los restos del puente Francis Scott Bridge que se derrumbó el 26 de marzo cuando el carguero Dalí impactó uno de sus pilares.
Pero los canales no permiten el tráfico de grandes navíos por lo que el transporte de vehículos Carmen de Wallenius Wilhelmsen sigue bloqueado en el puerto de Baltimore sin que la compañía sepa cuando podrá abandonar la ciudad con su carga.
"Las operaciones de carga se terminaron en el puerto antes del colapso del puente y el navío y la tripulación están listos para navegar tan pronto como el canal sea reabierto. No hay estimaciones de cuando el canal será reabierto", afirmó este miércoles la compañía en un comunicado.
Pero la compañía escandinava afirmó que prevé que el bloqueo durará "semanas" por lo que estima que el impacto financiero sea "de entre 5 y 10 millones de dólares".
Las autoridades estadounidenses han estimado que el colapso del puente Francis Scott Bridge y el consiguiente bloqueo del puerto de Baltimore cuesta entre 100 y 200 millones de dólares al día.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, calificó el domingo el accidente como "una catástrofe económica nacional".
El puerto es uno de los principales de la costa del Atlántico de Estados Unidos y el más importante del país para el transporte de automóviles y maquinaria pesada.
En 2023, por su muelles transitaron 52,3 millones de toneladas de productos, incluidos 850.000 vehículos.
El accidente causó la muerte de seis trabajadores de la construcción latinoamericanos que estaban realizando tareas de mantenimiento en el puente.