En una llamada con inversores ayer, el director ejecutivo de Intel, Patrick Gelsinger, dijo que espera que las pérdidas relativas a la producción de semiconductores alcancen su punto álgido en 2024 y se equilibren entre este trimestre y finales de 2030.
"La fundición de Intel va a impulsar un crecimiento considerable de los beneficios de la empresa a lo largo del tiempo. 2024 es el momento más bajo en cuanto a las pérdidas operativas de la fundición", dijo el CEO, según CNBC.
La compañía obtuvo una pérdida operativa de casi 7.000 millones de dólares en 2023 sobre unas ventas de 18.900 millones, según se muestra en un documento presentado ayer ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
En 2022, la compañía obtuvo una pérdida de 5.200 millones de dólares y unas ventas de 57.038 millones de dólares en este ámbito.
La compañía también informó de que seguirá fabricando sus propios procesadores a la par que elaborará chips para otras empresas.
Intel es una de las pocas compañías estadounidenses que fabrican semiconductores en el país, y por ello el mes pasado recibió casi 20.000 millones de dólares de financiación a través de la "Ley de Ciencia y Chips", cuyo objetivo es respaldar la producción local de semiconductores.
Por su parte, otras empresas estadounidenses de semiconductores, como Nvidia y AMD, diseñan sus chips, pero los envían a fundiciones asiáticas para su fabricación.