El escándalo, destapado a finales del año paso, gira en torno a irregularidades en eventos de financiación del partido por parte de varias de sus facciones (grupos dentro del partido), que no habría declarado durante años la totalidad millonaria de las recaudaciones, parte de los cuales habría sido repartidos entre algunos miembros.
Entre los amonestados se encuentran el exministro de Educación Ryu Shionoya, actual líder de facto de la facción más influyente del PLD, otrora encabezado por el fallecido ex primer ministro Shinzo Abe, y el secretario general del partido en la Cámara Alta, Hiroshige Seko, a los que se ha instado a abandonar la formación, la segunda pena más severa sólo por detrás de la propia expulsión.
El exministro de Comercio Yasutoshi Nishimura y el ex jefe de política del partido Hakubun Shimomura, otros dos pesos pesados del PLD, fueron suspendidos durante un año de membresía.
Entre otras figuras relevantes amonestadas se encuentran el exministro e influyente ex jefe de estrategia política Koichi Hagiuda y el exportavoz gubernamental Hirokazu Matsuno, que serán suspendidos de cargos dentro del partido durante un año.
El comité disciplinario el PLD adoptó estas medidas, las más duras desde la reprimenda a medio centenar de miembros en 2005 por oponerse a la privatización del servicio postal durante el mandato del primer ministro Junishiro Koizumi, tras una reunión este jueves.
"Estaban llevado a cabo una contabilidad inadecuada a gran escala y durante largo tiempo, pero los altos cargos no tomaron medidas apropiadas, causando una gran desconfianza en la política, por lo que su culpabilidad política es extremadamente grave", dijo el secretario general del PLD, Toshimitsu Motegi, en declaraciones a los periodistas tras conocerse las sanciones.
"La suspensión de membresía es una penalización dura, porque no podrán realizar sus actividades como miembros", añadió el político, que dijo que espera que la medida contribuya a hacer reflexionar internamente y a recuperar la confianza pública perdida.