Japón adopta un tono conciliador hacia China en su estrategia diplomática tras cinco años

En su Libro Azul Diplomático de 2024, el Gobierno nipón aboga por promover "una relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes" con China, pese a reconocer que el país vecino plantea "un desafío estratégico mayor y sin precedentes".

Esta expresión conciliadora, que Tokio no empleaba desde 2019, retorna al volumen después de que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente chino, Xi Jinping, acordaran en una reunión en San Francisco (Estados Unidos) el pasado noviembre construir relaciones mutuamente beneficiosas para sus naciones.

Ello pese a que Tokio y Pekín mantienen serias diferencias en varias cuestiones, entre ellas el contencioso territorial en torno a las islas Senkaku (administradas por Japón pero reclamadas por China) o el vertido al océano Pacífico del agua contaminada tratada de la accidentada central nuclear de Fukushima.

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La rivalidad entre China y Estados Unidos, importante aliado de Japón, que se ha intensificado por las presiones a Taiwán, es otro de los factores que vienen dificultando la mejora de relaciones.

A pesar de la voluntad de acercamiento, el libro diplomático también refleja la "seria preocupación" del Ejecutivo japonés por los potenciales intentos de China de "alterar unilateralmente el 'statu quo'" y una serie de "actos peligrosos" en el Mar Meridional de China, así como la importancia de acelerar una colaboración trilateral entre EE.UU., Japón y Filipinas para hacer contrapeso.

En lo que respecta a Corea del Sur, el documento describe al país como un "vecino importante" con el que Japón debería colaborar en calidad de "socio" para abordar diversos asuntos internacionales.

La última vez que Tokio llamó socio a Seúl fue en la edición de 2010 del presente documento, en lo que supone una nueva muestra del acercamiento experimentado por ambos países desde la llegada a la presidencia surcoreana del conservador Yoon Suk-yeol en 2022.

Sobre Rusia, el informe subraya mantener una postura cautelosa ante la decisión del país de impulsar sus relaciones no solo con China, sino también con Corea del Norte, y en particular resalta las supuestas transferencias de armas norcoreanas que Moscú podría haber estado empleando en su invasión de Ucrania.