"La presidencia italiana del G7 invita a la prudencia y a una desescalada absoluta", dijo el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, a la televisión pública Rai, antes de asegurar que por el momento la operación atribuida a Israel en Irán "parece concluida".
En ese contexto de "prudencia", el jefe de la diplomacia italiana reiteró la oposición del G7 a un ataque israelí en Rafah, en el sur de Gaza: "Exigimos que se detenga, veremos si somos convincentes", dijo, al tiempo que señaló que los italianos en Irán "están a salvo", tras hablar con la embajadora italiana en Teherán.
En la reunión final en Capri del G7, con los ministros de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, y Reino Unido y el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, está previsto que se aprueben nuevas sanciones a Irán.
El ataque israelí se produce después del bombardeo iraní contra Israel en respuesta a su vez al ataque a su consulado en Damasco y habrá que ver cómo afecta a las decisiones que adopte el G7 de Exteriores, aunque el pasado domingo, en la reunión virtual de los líderes del grupo tras los bombardeos iraníes quedó claro que su apoyo a Tel Aviv es total.
Tajani insistió en la apertura del G7 en que el grupo es "amigo de Israel" y prefiere "una desescalada" en la región.