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La decisión fue tomada en una reunión especial liderada por el primer ministro japonés, Fumio Kishida, donde decidieron destinar 68.300 millones de yenes para viviendas temporales, otros 64.700 millones de yenes para la reconstrucción de carreteras y 4.400 millones de yenes para los sectores de la agricultura y pesca.
Kishida dijo que será necesario acelerar los procesos de demolición y retirada de casas destruidas, además de mejorar la preparación de esta zona para posibles desastres, según detalló la cadena estatal NHK.
"Han pasado cuatro meses desde el terremoto y algunas personas temen no poder regresar a Noto nunca. Continuaremos brindando apoyo", dijo el primer ministro.
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La prefectura de Ishikawa, en la península de Noto, cuenta con más de 8.000 personas evacuadas de sus hogares cuatro meses después del terremoto que sacudió la región y dejó 244 víctimas mortales, pero solo dispone de 900 viviendas con las que albergar a esos refugiados.
Los esfuerzos están centrados ahora en la construcción de viviendas en las que puedan alojarse quienes perdieron las suyas, así como en restablecer el suministro de agua, retirar los escombros de las casas derribadas y restaurar los negocios locales.
La actividad sísmica también persiste en la zona, aunque con menor intensidad, y ya son cerca de 2.000 los temblores de magnitud 1 o superior registrados desde el pasado 1 de enero en la región.